El plan de carrera es una herramienta usada por las organizaciones con el objetivo de establecer una ruta de formación que garantice cubrir las necesidades a largo plazo. Si bien su utilidad está ampliamente probada a nivel organizacional, establecer tu propio plan de carrera puede ser una manera de constituir metas laborales y asegurar tu crecimiento profesional. Para llevar a cabo esta tarea, necesitarás concretar en qué punto te encuentras actualmente, dónde quieres llegar y qué pasos has de seguir para conseguirlo.
¿Por dónde empezar a establecer tu propio plan de carrera?
El primer punto que debes tener en cuenta si te has decidido a crear un plan de carrera profesional es no limitarte. Es importante que seas realista en cuanto a tus aspiraciones, pero trata de no ponerte trabas antes de empezar por miedo a no poder alcanzar lo que deseas.
Piensa en la planificación de tu desarrollo profesional como una carrera de fondo y establece metas realistas y alcanzables que permitan mantener la motivación.
Esta premisa suele repetirse cuando se habla de planificar, y no es un simple decir. Si te marcas metas imposibles como, por ejemplo, estudiar dos carreras mientras aprendes un idioma y trabajas a tiempo completo, acabarás por perder la motivación y sentir que no puedes alcanzar tus objetivos. Es por eso que usar metodologías de establecimiento de objetivos, como la técnica STAR, será un paso esencial con el que empezar tu estrategia de carrera.
¿En qué punto estás?
En el documento de tu elección, intenta reunir todos aquellos elementos que te definan como profesional. Estudios, habilidades, experiencia, certificados, etc. Trata de ser lo más minucioso posible y repásalo las veces que sea necesario hasta asegurarte de que no se te olvida nada.
¿Cuál es el puesto en el que te gustaría desempeñarte?
Piensa en qué sector deseas enfocar tu desarrollo profesional e investiga perfiles parecidos en redes sociales o incluso en ofertas de empleo. Una vez tengas claro cuál es el perfil profesional perfecto que te gustaría alcanzar, repite el primer paso y crea un documento con todas las características que deseas alcanzar.
El primer paso te ayudará a comparar tu perfil con el de tu elección, de manera que puedas ver qué aspectos tienes cubiertos y cuáles debes potenciar.
Áreas académicas de mejora
Dado que la formación académica suele ocupar mayor tiempo para realizarse, es conveniente que estipules qué cursos o formación reglada pueden ayudarte a acceder al puesto que te has marcado como objetivo.
Si tienes claro qué camino tomar en este sentido, busca las alternativas que más se adecúen a tu ritmo de vida e intenta mantener en todo momento un equilibrio entre la formación reglada y el aprendizaje autodidacta.
Habilidades necesarias
Otro punto imprescindible para trazar tu trayectoria profesional es saber qué hard y soft skills debes potenciar para alcanzar tu perfil soñado. En cuanto a las habilidades técnicas, intenta enfocar tu formación a las power skills más punteras de tu sector e intenta adelantarte a las necesidades futuras del mismo.
Por otro lado, las soft skills cuentan con un proceso de adquisición más lento, por lo que debes ser constante con aquellas áreas en las que desees mejorar.
Experiencia y tareas
En el caso de que no tengas experiencia profesional en el sector al que aspiras, no dejes que sea un impedimento a la hora de establecerte en él. Gracias a los pasos anteriores, tendrás una idea aproximada de qué responsabilidades y tareas lleva a cabo el perfil de tu interés, por lo que puedes poner en marcha distintas estrategias para adquirir experiencia parecida.
Recuerda que cuentas con la posibilidad de hacer voluntariado o de practicar por tu cuenta. En algunos sectores, como en la programación o la ciberseguridad, este aprendizaje autodidacta será esencial para tu crecimiento profesional.