Cambiar de puesto de trabajo no siempre es fácil. En muchos casos la competencia entre candidatos es abrumadora. A pesar de que tu CV sea excelente y hayas superado la entrevista con éxito, es posible que otra persona tenga habilidades, competencias y experiencia similares a la tuya. ¿Cómo hacer entonces para destacarte? La respuesta es sencilla: con una carta. Aprende a pedir una carta de recomendación y gana puntos en los procesos de selección.

¿A quién pedir una carta de recomendación?

Pedir una carta de recomendación es sencillo. Pero eso no significa que se la puedas solicitar a cualquiera.

Lo mejor es que te dirijas a tu responsable inmediato. Por varios motivos. En primer lugar, solo un superior puede acreditar el grado de eficiencia de tu trabajo y lo satisfechos que han estado en la empresa contigo. Por otra parte, al haber sido tu responsable directo, conoce bien cómo has desarrollado las tareas de tu puesto. Y sobre todo, sabe perfectamente cuáles eran esas tareas.

En el plano más personal, tu jefe directo conoce las habilidades y competencias de tu CV. Si además habéis tenido buena relación, será más sencillo que destaque tus virtudes y escriba una carta personalizada. Esto hará que la función de la carta de recomendación sea la deseada, porque las que son genéricas no causan la misma impresión. Es más, pueden jugar en tu contra.

Si te es posible acudir a un cargo superior o a una persona reconocida en tu ámbito, también puedes acudir a estas personas. Serán un estupendo aval para tu candidatura. Pero hazlo solo en el caso de que conozcan bien cómo has trabajado. Este tipo de cartas deben ser sinceras y lo más objetivas posibles.

¿A quién pedir una carta de recomendación?

¿Cómo solicitarla?

Escribir este tipo de documentos es trabajo de más. No es complejo redactarlos, pero es una responsabilidad más que se añade a las diarias del puesto. Por eso, tienes que pedir una carta de recomendación intentando aligerar lo más posible esta tarea.

Si tienes buena relación con quien la redactará, está bien que la solicites de manera informal en una conversación. Pero indica que de todos modos enviarás un correo solicitándola. El mail que envíes tiene muchas cosas en común con un correo de despedida del trabajo. Así consigues, por una parte, dejar constancia, y por otra, aportar información para ponérselo fácil a esa persona.

Este es el punto clave. En tu solicitud recuerda de manera breve las tareas del puesto y el grado de competencia con el que las has desarrollado. Destaca los logros que has conseguido y, a ser posible, que sean coincidentes con lo que buscan en la empresa a la que presentas tu candidatura. Indica también porqué para ti es importante tener este documento y añade también los motivos por los que has elegido a esa persona para redactarla.

Para no atosigar a quien debe escribirla, cuenta al menos con una semana de antelación a la fecha en la que esperas recibirla. Recuerda que para ti es importante, pero esa persona tiene más cosas que hacer. Si presionas demasiado, es posible que te quedes sin ella.