Estar apuntado en el paro puede suponer más ventajas de las que se piensa. No siempre se tiene derecho a una prestación por desempleo, lo que conocemos por cobrar el paro, pero constar como demandante de empleo puede servir para tener prioridad en el acceso a determinados servicios públicos.
Ventajas de apuntarse al paro
La falta de un empleo reduce significativamente las oportunidades de acceso a determinados recursos como puede ser la formación, algo que a su vez permite mejorar la empleabilidad. Por este motivo, estar oficialmente inscrito como demandante de empleo supondrá tener una mayor facilidad para acceder a cursos y programas formativos. Si quieres disfrutar de estas ventajas, es imprescindible estar apuntado en el paro. Por ejemplo, si consta como que estás registrado, te dará dos puntos en el caso de que quieras acceder a estudiar en la Escuela Oficial de Idiomas.
Para participar en cursos tanto impartidos por servicios públicos como por organizaciones sociales, demostrar que se está en el paro en ocasiones es un requisito indispensable. Transportes, museos y teatros también ofrecen descuentos para personas en situación de desempleo.
Otra de las razones para tener la demanda al día es el hecho de que las empresas obtienen bonificaciones por contratar a personal directamente desde las listas del paro. Puede ser definitivo en tu candidatura a algún empleo si perteneces a un colectivo cuya contratación sea bonificable.
Cursos y certificados de profesionalidad. El acceso a cursos gratuitos relacionados con tu actividad será más fácil y además te permite conseguir un certificado de profesionalidad.
Si quieres emprender y/o necesitas orientación laboral personalizada, puedes acudir a los servicios de asesoramiento en el SEPE. Para ello necesitarás tener en tu poder la tarjeta de desempleo.
Cómo hacer el trámite
El trámite para solicitar el alta por primera vez como demandante de empleo se gestiona en el servicio autonómico de empleo de cada comunidad. Es necesario solicitar cita previa para poder acudir de forma presencial, para poder cumplir con las medidas sanitarias. Quedar registrado como demandante supone abrir una ficha con el perfil profesional, el nivel de estudios conseguido y la especialidad de la formación, por lo que es necesario acudir con la siguiente documentación:
- DNI/NIE
- Tarjeta de la Seguridad Social
- Títulos académicos de los que se disponga
- Permiso de trabajo y/o residencia si no tienes nacionalidad española
- Una vez se genera la tarjeta DARDE (Documento de Alta y Renovación de la Demanda de Empleo), además de derechos y beneficios se adquieren una serie de obligaciones. La más importante es la de sellar. Significa que hay que renovar la situación de desempleado. Por lo general, hay que hacerlo una vez cada tres meses. Durante la pandemia la renovación se hace automáticamente. De la gestión y control de este trámite se encargará directamente el SEPE.
Para poder cobrar una prestación es necesario haber trabajado y cotizado al desempleo al menos un año dentro de los seis años anteriores a la situación de desempleo y, por supuesto, es un requisito indispensable estar inscrito como demandante de empleo. Los primeros 180 días se cobrará el 70% de la base reguladora y a partir de ahí el 50%. Se podrá cobrar durante un mínimo de 120 días y un máximo de 720 días.
Tener la demanda de empleo en vigor es requisito indispensable para acceder a ayudas como la Renta Activa de Inserción, para la que es necesario demostrar que se es parado de larga duración.
Si necesitas más información en estos enlaces puedes ampliarla:
Servicios autonómicos de empleo