Tener un puesto de trabajo es la aspiración de todos. Mejor si ese trabajo está relacionado con nuestros estudios y nuestras competencias. Si puede hacernos progresar e iniciarnos en una carrera laboral ascendente. Pero en ocasiones un empleo puede convertirse en una pesadilla. Cuando eso ocurre, estás en un ambiente tóxico de trabajo. Pero tiene solución y puedes enfrentarte a ello. Sigue leyendo para saber más sobre cómo protegerte en estos casos.
De qué hablamos cuando hablamos de ambiente laboral tóxico
Todos los trabajadores tienen una idea de cómo es su entorno laboral. Esto incluye los compañeros, la estructura de la empresa y el lugar de trabajo. Estos tres componentes influyen en cómo percibimos nuestro empleo. Y cuando el ambiente es negativo, puede tener consecuencias no solo en el rendimiento, sino también en la salud, tanto física como psicológica.
Un ambiente laboral tóxico tiene varias características. Una de ellas está relacionada con la carga de trabajo. Esta puede ser excesiva para las funciones del puesto o incluir tareas fuera de él. Otra, y quizá la más común, son los problemas con jefes y compañeros. Van desde abusos de poder a mobbing. Una tercera característica es el horario. Cuando no permite compatibilizar con el resto de responsabilidades o con el tiempo de descanso. Incluso los trabajos que necesariamente deben desarrollarse por las noches o los fines de semana deben tener en cuenta estos aspectos.
Las consecuencias de este tipo de ambientes laborales dañinos incluyen estrés y burnout. Y se expresan en una baja productividad, deseos de dejar el puesto, absentismo, falta de motivación e incluso depresión. Por eso, un mal ambiente de trabajo no afecta solo al trabajador, sino también a la empresa.
Cómo hacer frente a un mal ambiente laboral
Antes de que tu salud se resienta o de que renuncies a un puesto de trabajo que profesionalmente te llene debido a un ambiente laboral tóxico, es mejor que trates de afrontar la situación. Estas sugerencias te serán de gran ayuda:
- Analízate a ti mismo: Estar dentro de un entorno laboral negativo influye en todos nosotros. En ocasiones, antes de darnos cuenta, estamos actuando del mismo modo que criticamos y que nos afecta. Lo primero para escapar de un entorno laboral tóxico es saber si perteneces a él.
- Protégete contra los cotilleos: En línea como lo anterior, debes alejarte de chismorreos. No solo no participar en ellos, ni propagarlos, sino no escucharlos. Una cosa es que atiendas a los problemas de tus compañeros de trabajo y otra que prestes atención a habladurías y las propagues.
- Trata de ser el motor del cambio: Si el mal ambiente en la oficina tiene que ver con problemas con compañeros o jefes, trata de potenciar el diálogo y la escucha. Comienza con las personas con las que seas más afín y aborda el problema de forma sincera. Una vez identificado el problema será más fácil solucionarlo.
- Concéntrate en ti: Trata de no reducir tu vida a tu trabajo. Ten aficiones que te llenen, haz deporte o cualquier actividad que te despeje las ideas. Para que puedas abordar este cambio puede serte de ayuda escribir una lista con las novedades que quieres introducir en tu vida. Pueden ser cosas tan sencillas como comer fuera de la empresa o dar un paseo durante tu descanso.