El acoso laboral en el mundo sigue siendo un tema demasiado presente, pese a los esfuerzos para reducirlo. Así lo demuestra el reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Experiencias de violencia y el acoso en el trabajo: Primera encuesta mundial. El objetivo es registrar datos a nivel internacional para afrontarlo. Uno de cada cinco trabajadores reconocen haber sufrido acoso laboral y no haber denunciado por temor a tener mala reputación o sensación de pérdida de tiempo.
Acoso laboral en el mundo hoy
Según el mencionado informe de la Organización Internacional del Trabajo, uno de cada cinco trabajadores, casi el 23%, sufren acoso laboral en el mundo. Su análisis profundiza en las razones por las que las personas tienen dificultades para hablar sobre su experiencia o denunciar. La vergüenza, la culpa o la falta de confianza en las instituciones se encuentran entre las primeras razones para mantener el silencio, con lo que se dificulta el conocimiento del verdadero impacto de este riesgo laboral.
Este informe se centra en las categorías más habituales, es decir, el acoso psicológico, el físico y el sexual, siendo el primero el más habitual con un 17,9% de personas que afirman haberlo sufrido. El acoso físico afecta al 8,5% de todos los empleados encuestados, unos 277 millones. Y en una clasificación por géneros afecta principalmente a los hombres, mientras que las mujeres sufren más el acoso sexual, que en total dicen haber padecido 205 millones de trabajadores, un 6,3% del total.
Más de 1️⃣ de cada 5️⃣ personas han experimentado violencia y acoso en el trabajo.
Jóvenes, migrantes y trabajadoras/es asalariados son grupos con mayores probabilidades de verse afectados por diferentes tipos de violencia.
?Nuevo informe: https://t.co/4XC2gln8pd #RatificarC190 pic.twitter.com/FQHjk8DKUo
— OIT (@OITnoticias) December 6, 2022
Tipos de acoso y estrategias
La cifra del informe equivale a 743 millones de trabajadores. Un dato alarmante que conviene enfrentar. El acoso laboral se presenta de diversas maneras, aunque el más habitual por estar vinculado a las estructuras de poder es el ejercido por el jefe. En este caso se conoce como bossing. El factor demográfico también incide en este tipo de acoso, siendo las mujeres jóvenes las que más lo han sufrido.
Las razones por las que siguen siendo invisibilizadas estas prácticas tienen que ver con la sensación de “pérdida de tiempo” o el “temor por su reputación”. Solo desde el 2019 existe un marco internacional que ampare a las víctimas de acoso, esto es, el Convenio sobre la violencia y el acoso de la OIT. El actual informe recoge una serie de recomendaciones:
- Recopilar datos sólidos. La directiva Whistleblowing pretende garantizar canales seguros para recoger esta información de manera anónima y garantizando los derechos de los trabajadores.
- Ampliar y actualizar los mecanismos dirigidos a prevenir y corregir las violencias y el acoso.
- Sensibilización sobre el impacto en la salud de las situaciones de acoso.
- Mejora de la capacidad de las instituciones.
El estudio de la OIT-LRF-Gallup se basó en entrevistas realizadas en 2021 a cerca de 75.000 personas empleadas mayores de 15 años en 121 países y territorios, como parte de la Encuesta Mundial de Riesgo de la Lloyd’s Register Foundation.