Más allá de vocaciones personales, las personas trabajamos para tener un sueldo. En el caso de los autónomos, el dinero que se percibe por el trabajo o los servicios ofrecidos tiene aún más importancia. Cuando no se cobra a tiempo, todo el negocio peligra. Pero en ocasiones no es fácil conseguir este objetivo que parece tan elemental. Aquí tienes una serie de consejos que te ayudarán a lograrlo.
La importancia de cobrar a tiempo
Todos los trabajos implican una contraprestación económica por los servicios prestados o las actividades realizadas. Las personas que trabajan para terceros la reciben de forma mensual en su nómina.
Pero para autónomos, profesionales y empresas estos cobros no son siempre seguros. Y sin embargo, los gastos deben seguir pagándose. De este modo, cobrar a tiempo de los clientes se convierte en una necesidad.
Los peligros de no hacerlo pasan por el extremo de la quiebra del negocio. Pero incluyen también la dificultad para encontrar financiación adicional y de endeudarse por encima de lo que uno puede permitirse.
1. Las cuentas claras para cobrar a tiempo
Para poder cobrar a tiempo una de las cuestiones fundamentales es que quien debe pagarte tenga toda la información necesaria. Para ello, antes de aceptar un encargo, deja claro el precio, la forma de pago y cuándo debe realizarse este. No solo en una conversación, también por escrito. Especifica también los recargos por retrasos en el pago y todos los detalles por los que cobrarás.
Esta claridad debe quedar reflejada también en tus facturas. Estas son las claves para hacer una factura paso a paso.
2. No pierdas tiempo
En el momento en el que hayas acabado tu trabajo o cuando hagas la última entrega, envía la factura a tu cliente. A pesar de que facturar una vez al mes suele ser la técnica preferida, lo cierto es que emitir las facturas cuando finaliza el trabajo hace que cobrar a tiempo sea más fácil.
Recuerda también enviársela a quien debe pagarla, que no siempre coincide con la persona con quien se ha realizado el acuerdo. De otro modo corres el riesgo de que tu factura quede olvidada en un cajón.
3. Facilidad es sinónimo de éxito
Escoge un método de pago que sea fácil. Si pones las cosas difíciles a tus clientes para que te paguen no podrás cobrar a tiempo.
Este método debe permitir el envío de dinero al instante, si existen comisiones deben ser bajas, debe estar operativo todos los días del año y debe estar asociado a un registro.
4. Pon orden
Todo lo anterior no sirve de nada si no mantienes un registro actualizado de ingresos y gastos. Es decir, de pagos y cobros. Este registro debe contener también las fechas de cada operación, incluso de las pendientes. Es lo mismo que aprender a mejorar la organización de tu jornada.
En este sentido te conviene hacer recordatorios a los clientes que aún no te han pagado. Que no te frene la idea de ser pesado. Tú has cumplido con tu parte del acuerdo y ellos deben cumplir con la suya. Hazlo de forma escrita para que quede constancia.