La falta de reconocimiento puede tener un impacto emocional profundo que derive en burnout o estrés crónico. Sigue estos consejos para no decaer, y mantener una postura motivada hacia el trabajo. Realiza un ejercicio de autoevaluación y reflexión, en primer lugar. Comunica tus necesidades de retroalimentación y busca apoyos o alianzas. No te conformes, pero sí aplica el principio de realidad. Y siempre celebra tus logros y éxitos.
Consecuencias de la falta de reconocimiento en el trabajo
La falta de reconocimiento en el trabajo suele tener consecuencias negativas tanto para la motivación como para la permanencia en un puesto de trabajo. Incluso puede llegar a derivar en el síndrome del trabajador quemado o burnout laboral. Pero antes de llegar a esa situación puedes dar muchos pasos para evitarlo.
En primer lugar, debes ser consciente de que el reconocimiento laboral por parte de los otros es un aspecto fundamental para sentirte realizado, satisfecho y feliz.
No se trata tanto de las recompensas inmediatas a las que las redes sociales te han acostumbrado. Lo que necesitas, como el resto de tus compañeros, es que se ponga en valor tu trabajo. Así logras el respeto y dignidad también en el ámbito laboral.
De lo contrario, más pronto que tarde va a llegar esa mañana en la que cuando suene el despertador sientas más apatía que entusiasmo. Esta es la primera señal preocupante de la desmotivación laboral. Además, puede que experimentes baja autoestima, menor productividad o rendimiento en tus tareas, y un estado de salud general peor por el estrés, la ansiedad o la depresión.
Consejos prácticos para mantener la motivación
Lo más importante es darte cuenta de todos los procesos, y de que tienes margen de maniobra antes de convertirte en un empleado desmotivado. Así pues, si tu percepción en el trabajo se acerca a la desmotivación y a la insatisfacción laboral, sigue estos consejos prácticos:
- Haz una autoevaluación y reflexión: busca las posibles causas para actuar en consecuencia. La comunicación es clave en todas las direcciones, así que si localizas el foco en el no reconocimiento laboral, ponlo de manifiesto. Es habitual menospreciar el poder de las palabras o por malas experiencias o por una cultura corporativa hostil. Sin embargo, una vez que profundices en las razones de tu falta de motivación será más sencillo verbalizarlo y lograr una transformación.
- Establece metas claras y realistas: en este sentido, sigue la jerarquía y los protocolos, de acuerdo con las opciones viables. Por ejemplo, en lugar de hablar con la dirección general, prueba primero a mejorar las relaciones entre compañeros. Encuentra alianzas y propósitos abarcables.
- Busca apoyo y retroalimentación: Compartir tus emociones en espacios seguros, sea dentro del entorno laboral o en tu vida personal, te dará perspectiva. En ocasiones, llegas a una interpretación tan subjetiva que necesitas saber la visión de los otros para contar con una hoja de ruta realista.
- Celebra tus logros y éxitos: un gran consejo es cuidarte. Hazte un regalo diario pero que no sea material. No se trata de arruinarse o fomentar el consumo. Puede ser detenerte a mirar algo que te emocione o irte a dormir antes.
- Explora nuevas oportunidades: aceptar lo que sucede es aplicar el principio de realidad. Así sientas las bases para poder cambiarlo. No obstante, esto no quiere decir que te conformes o que no tengas otras aspiraciones. Busca otras oportunidades laborales, dentro o fuera de la empresa. Solo el hecho de saber que sigues estando en el mercado o que otra compañía querría contar contigo, puede desatascar el bloqueo.