Dicen que aburrirse es el disparador de la creatividad. Es un estado necesario para que la mente quiera salir de esa fase incómoda y abrirse a novedades. El problema se plantea cuando esta desgana aparece en el trabajo. Puede ser una cuestión de mayor calado como la desmotivación, o algo más transitorio: estás a la espera de más trabajo. Merece la pena valorarlo y actuar en consecuencia, para que no se cronifique. Mientras, puedes emplear ese tiempo en tareas productivas. Te damos algunas ideas.
La entretenida (y beneficiosa) actividad de ponerse a limpiar y organizar
Es un buen momento para limpiar la bandeja de entrada. Localiza las newsletter que hace años que no lees y dale a “unsubscribe”. Aprovecha para añadir etiquetas o carpetas para que estén mejor clasificados. Borra todos los que no te hagan falta con una regla que los aúne. Liberarás espacio para que entren otras cosas. Localiza newsletters de contenidos en los que sí estés interesado ahora, y dale a seguir.
Cuando hayas terminado, o para otro día y siguiendo con la temática “limpieza” puedes reorganizar tu equipo. Coloca los archivos que se han quedado en el escritorio en la carpeta correspondiente, y borra aquellos que no te hacen falta (borra los de los pantallazos y liberarás gigas sin fin). Haz lo propio con la papelera. Aplica una lógica (cronológica, temática) a tus carpetas para que sea más fácil localizar los documentos. Actualiza el software obsoleto.
Por otro lado, reserva una etiqueta o un rinconcito en tu ordenador donde guardar esos artículos tan interesantes que te has encontrado consultando tus redes o ese post que quieres leer con más detenimiento. Guarda allí los vídeos que no puedes escuchar mientras trabajas. Cuando aparezca el aburrimiento ábrela (probablemente la mitad de ellos han perdido el interés que te creó en un primer instante).
Tareas productivas en la nube
Una actividad muy productiva y con sensación de novedad es modificar la firma de tu correo. Añade un logo, cambia la fórmula de despedida, amplíala con algo de información. Puedes aprovechar para modificar la respuesta automática con una frase más personalizada (utilizar el humor funciona bien).
Revisa tus documentos y archivos y sube a la nube aquellos que te vendría bien tener a mano desde cualquier lugar o deben estar disponibles para el resto del equipo. Y haz lo contrario, limpia el espacio virtual compartido de aquellos que no son necesarios.
Emplea tu aburrimiento en mejorar tus habilidades
También es una buena oportunidad para hacer un análisis sobre posibles carencias profesionales que detectes y tratar de ponerle solución. Utiliza esos tiempos muertos donde el aburrimiento hace acto de presencia para mejorar alguna habilidad o aprender algo nuevo que luego puedas emplear en tu actividad laboral. En nuestro portal de formación, Avanzaentucarrera.com puedes encontrar miles de cursos online para ampliar tu carrera profesional.
¿Qué tal si te instruyes con nociones básicas sobre programación? Puede servirte para solucionar algunas cosas sencillas en el trabajo. También puedes aprovechar esos minutos vacíos para aprender atajos para Photoshop (o cualquier otro programa de edición) o darles un repaso a las últimas funcionalidades de Excell (quizás descubras un botón que te facilita la vida enormemente).
O, de entre estas tareas productivas, hacer alguna más de tipo físico. Mira alrededor, tu propia mesa de trabajo, una ventana, algo de la puerta que no funciona. Puede ser un buen momento para arreglarlo (Youtube te ofrece mil tutoriales para todo tipo de arreglos).
La cuestión es que aproveches ese tiempo libre con pequeñas actividades que puedas hacer entre trabajo y trabajo. Algunas pueden ser tan beneficiosas y con resultados tan placenteros en el corto plazo como despejar la mesa de trabajo. Y otras como la formación, pueden servir para actualizarte.