La gran escritora del siglo XIX, Emilia Pardo Bazán, jamás entró a formar parte de la Real Academia de la Lengua Española. Por tres veces, los miembros de la academia le denegaron la entrada, arguyendo motivos que nada tenían que ver con su preparación. Ella no se rindió, pero la institución no estaba dispuesta a acoger a una mujer en su seno, por más cualidades que reuniera. La gran confianza que tenía en su talento facilitó afrontar el rechazo. ¿Cómo podemos aplicar esta enseñanza al mundo laboral? ¿Qué puedes hacer cuando te rechazan en el último momento?
Cuando no se comparten valores con la empresa para la que postulas
Sin creer ingenuamente que el mundo está lleno de «emilias», uno de los motivos por los que una empresa descarta una candidatura es no compartir visión o valores con el candidato. Piensan que el candidato no encajará en el proyecto que representa la empresa. A veces falta ojo para ver estas cosas, porque los requisitos se ajustan a tu experiencia y formación, pero aceptar que eso puede suceder nos hace más abiertos a admitir la realidad y dejar de sufrir.
Sin embargo, salir de dudas, conocer el porqué del rechazo a un puesto cuando lo deseabas, reunías las condiciones y casi, casi lo rozabas con los dedos, es tan legítimo como necesario para seguir avanzando en tu carrera profesional. No dudes en preguntar las razones por las que finalmente no has sido la opción elegida. Tendrás información o, al menos una idea sobre los motivos que puede servirte para valorar si es necesario que refuerces algún conocimiento o habilidad. También podrás averiguar si hay opciones de cara al futuro, con la ventaja de que ya conoces en parte cuáles son las necesidades de la empresa.
Diferenciar cuándo está en tu mano y cuándo no, para afrontar un rechazo
Preguntar despejará dudas sobre si los motivos tienen que ver con tu entrevista o no, como por ejemplo que la empresa haya cambiado su estrategia. O que haya aparecido un candidato que ya conocen. Estas serían cuestiones ajenas a ti, que resultan más fáciles de asumir. Habrá sido, en este caso, cuestión de mala suerte.
A veces, una puerta cerrada hace que se mire a otros lados en busca de alternativas. De pronto, abrir el campo de visión solo ocurre cuando se recibe una negativa. Si la sensación es que la entrevista ha ido bien, puede ser que en la decisión última hayan pesado aspectos más subjetivos. Pero cuando se trata de feeling no debemos darle más vueltas.
Los motivos por los que las empresas descartan candidatos
¿Cuáles son los motivos más habituales por los que las empresas descartan a un candidato? En el último Informe Infoempleo Adecco más de 200 compañías respondieron a esta cuestión, dándonos a conocer también cuáles son las razones por las que tienen dificultades a la hora de encontrar talento.
Como resultado a esta pregunta, un 38,87% indicó que las expectativas salariales del candidato eran demasiado altas. Mientras que un 32,51% hizo referencia a la poca experiencia en el puesto. El 30,39% concluían que el candidato no tenía las competencias técnicas suficientes y un 9,54 % afirmaba que estaba sobrecualificado.
Sea por el motivo que sea, recibir una negativa puede sentirse como un bache, pero no debemos dejar que nos frene. Todos los días se generan nuevas oportunidades laborales, y una de ellas puede encajar al 100 por 100 contigo. ¡Suerte en tu búsqueda!