La pregunta que nos llevamos haciendo desde principios de año ya tiene respuesta. El salario mínimo interprofesional (SMI) subirá finalmente un 1,6% (15 euros) para el año 2021. Tras semanas de negociaciones y sin la participación en el acuerdo de la patronal, gobierno y sindicatos pactan la subida de salario de las personas que menos cobran en nuestro país por jornada completa. El salario mínimo subirá hasta los 965 euros en catorce pagas y se aplicará, con efectos retroactivos, desde el uno de septiembre.
La «senda de crecimiento» del SMI hasta 2023
Motivado por la situación económica a principios de año, la actualización del SMI sufrió una prórroga que se pospondría hasta poder llegar a un acuerdo con la Mesa de Diálogo Social que integra el gobierno junto con la patronal y los sindicatos. Además de discrepancias entre estos participantes, dentro del propio gobierno de coalición también había desacuerdos y se prefirió tomar una decisión que contara con el máximo apoyo.
La Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional entregó en junio a la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz un informe en el que se explicaba una posible senda de crecimiento de esta variable teniendo en cuenta la coyuntura económica, siguiendo la Carta Europea, hasta alcanzar el 60% del salario medio, previsto para el 2023.
Finalmente, la semana pasada se hizo el anuncio, ya casi al final de la jornada, de que el SMI se incrementaría desde los 950 euros hasta 965 euros, una cantidad fijada dentro de la horquilla de entre doce y diecinueve euros que marcó la Comisión Asesora.
Voces a favor y en contra de la subida actual del salario mínimo
Las reticencias a esta subida son también ya tradicionales. Ya que se debate si esta subida genera un impacto negativo en la economía porque, previsiblemente, la destrucción de empleo que ocasiona es mayor que el beneficio que provocaría el aumento de la capacidad de consumo.
Una de las más notables ha sido la que agitó a la opinión pública el Banco de España este verano tras la publicación del informe Los efectos del salario mínimo interprofesional en el empleo: nueva evidencia para España. En este documento se trató de demostrar que, en el año 2019, en el que se fijó la mayor subida del SMI en nuestra democracia (un 22,3%) “hubo un menor crecimiento del empleo del colectivo con menores salarios”.
La patronal, por su parte, explica su negativa a participar en el acuerdo sobre la subida del SMI porque vivimos “momentos delicados” y porque cree que este aumento favorecerá la economía sumergida mediante el fraude además de la destrucción de puestos de trabajo. No obstante, se declaran abiertos a la negociación para el año que viene.
Subida del SMI en el resto de países de Europa
A pesar de la crisis generada por el COVID-19 gran parte de los países europeos (21 de 27) han decidido incrementar en mayor o menor medida el salario mínimo. Para poder comparar las cifras de algunos países con el actual SMI español tendríamos que considerar éste en doce pagas, que son las de referencia en Europa. Según este cálculo, el actual SMI en España es de 1.125 euros/mes.
Luxemburgo es el país es el que mejor paga el salario mínimo dentro de la UE y ha fijado para este año una subida del 2,8% (2.202 euros mensuales). A continuación, estaría Holanda que sube hasta los 1.701 euros/mes (un 2,9% en dos semestres en 2020/2021). Irlanda sube un 1% fijando el mínimo salario en 1.723 euros/mes y Eslovaquia un 7,4% (623 euros). Letonia es uno de los países que ha aplicado un mayor aumento a su SMI (16,3%) hasta alcanzar los 500 euros/mes. Lituania llega hasta 642 euros/mes en 2021, lo que supone un 5,8% de incremento para este año. Portugal ha aumentado un 4,7%, hasta 775 euros/mes y Francia, casi un 1%, haciendo un total de 1.554 euros al mes.
El Estatuto de los Trabajadores establece que el salario mínimo interprofesional suba cada año teniendo en cuenta varios factores, entre ellos, el incremento de los precios (IPC) y la coyuntura económica general. El SMI es una medida que se aplica en casi todos los países de nuestro entorno y que forma parte de las recomendaciones tanto de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) como, últimamente también del FMI (Fondo Monetario Internacional). Esta norma pretende garantizar que se cobran salarios dignos y suficientes para aquellas personas que menos retribución reciben por su trabajo.