Europa ha llamado la atención a España en varias ocasiones por ocupar el primer puesto en temporalidad laboral. Actualmente, la tasa se sitúa en el 24,2%, mientras que la media de la zona euro está diez puntos por debajo, según datos de Eurostat. Esta es una asignatura pendiente que, lejos de revertir en la economía del país, lo empobrece y hace que sea mucho más frágil ante cualquier eventualidad.
El Plan de Recuperación enviado a Bruselas por el Gobierno contiene una propuesta para reducir la temporalidad, especialmente orientada a la contratación ultracorta. Este proyecto tiene otros frentes, como la reducción de las modalidades contractuales o el refuerzo del sector turístico.
Por qué el abuso de temporalidad laboral desestabiliza la economía
Desde la Comisión Europea no se critica que exista la posibilidad de realizar una contratación temporal, sino que en España se abusa de esta modalidad cuando no debería aplicarse. Entre las empresas españolas es mucho más frecuente que en otros países emplear la modalidad de contratación temporal de manera fraudulenta. En el último año se ha incrementado especialmente la contratación ultracorta, con el fin de ahorrarse pagar días festivos y vacaciones.
Todo ello tiene consecuencias directas sobre la precarización de la economía de las personas contratadas bajo esta modalidad. Además, se generan desigualdades entre la población, pues afecta de diferente manera a distintos grupos. Por ejemplo, las mujeres y los jóvenes menores de 30 años son colectivos especialmente vulnerables a esta modalidad.
Pero, además, de una manera indirecta, las empresas también saldrían perjudicadas. Aparentemente las muchas que cometen esta infracción se benefician de pagar menos cotizaciones e indemnizaciones. Sin embargo, a más largo plazo este tipo de compañías tiene un problema endémico, una altísima rotación. La falta de una plantilla estable y de un personal implicado impide el crecimiento sólido del negocio. En suma, la economía y recuperación del país se pone en jaque con el abuso de esta práctica.
Algunas de las principales medidas enviadas a Bruselas
Estas son algunas de las principales propuestas que contiene el documento enviado a la Comisión Europea:
- Habrá que justificar mejor la causalidad. Cuando se realice una contratación temporal, habrá que especificar más detalladamente por qué se ha elegido esta modalidad. En el caso de que una actividad sea estacional o cíclica, se refuerza acudir al contrato de fijo discontinuo.
- Se revisan los contratos de formación y aprendizaje. Actualmente, esta clase de contratos sirve en muchos casos para realizar un tipo de contratación aún más precaria que la temporal. Se crearon para incentivar el paso de personal temporal a fijo y reducir la precariedad en el empleo joven. Sin embargo, tan solo pasan a ser indefinidos el 11% de quienes tienen esta modalidad de contrato.
- Se promueve la contratación de fijos-discontinuos y se adaptan los ERTE. Estas dos son las modalidades que se han propuesto como forma de mantener la flexibilidad interna dentro de una empresa.
- Sanciones a los contratos ultracortos y excesiva temporalidad laboral. Se perseguirá con sanciones más cuantiosas los contratos en fraude de ley. Además, se quiere desincentivar el uso de contratos ultracortos y se pondrán más medidas para detectar el encadenamiento de contratos temporales sobre una misma persona empleada.