Redactar una buena carta de presentación tiene su misterio. Hay indicaciones generales que conviene tener en cuenta; sin embargo, es un tipo de documento que se debe personalizar. Te damos unos consejos para que la orientes adecuadamente en función del tipo de empresa y puesto al que estás pensando en presentar tu candidatura.
Un concepto muy básico de marketing es que la personalización del producto vende mucho más que algo que es igual para todos los consumidores. Tanto es así que en muchos productos se considera un extra o una regalía el poder adaptarlo a los gustos propios. ¿Qué es al fin y al cabo una carta de presentación sino un documento que “vende” tu candidatura? Orientarla hacia los que la van a leer te ayudará a potenciar tu perfil en un proceso de reclutamiento.
1.Carta de presentación en proceso de selección masivo
Los procesos de selección donde se han de mirar un número considerable de candidaturas, tienden a optimizarse. Esto puede ser bueno y malo con respecto a la carta de presentación. Malo porque pueden decidir no detenerse en este recurso; pero bueno si consideran que la información que se da es justo la que quieren cribar y no tienen que leerse en una primera vuelta todo el CV.
Siempre hay que adjuntarla por si se decide lo segundo. En tal caso, deja muy claro que cumples los requisitos en una frase corta. A continuación, escoge de tu candidatura aquello que pienses que te da una ventaja sobre el resto y expláyate un poco más. Emplea estilos, como negrita, para destacar el texto más significativo, la idea principal con la que quieres que se queden.
Modelo de texto a incluir:
“Cuento con los requisitos que se solicitan, pero eso no es todo: mi fuerte es [esa cualidad destacada que piensas que te distingue del resto], que he adquirido gracias a [menciona aquí experiencia o formación o incluso un hábito o hobby]”.
2.Carta de presentación si no tienes experiencia y ese es tu punto débil
Esto sucede cuando se opta a un primer empleo o cuando se ha iniciado recientemente la carrera profesional. En este tipo de situación, hay que darle valor a la formación. En concreto a la que haya sido de tipo práctico. No solo mencionarla, sino contar también qué habilidades o capacidades ha despertado en ti. Esto les ayudará a entender que has pasado por determinados procesos similares a la experiencia laboral y que podrías desenvolverte bien en el puesto.
Modelo de texto a incluir:
“Gracias a mis estudios como [mencionar actividad formativa], he podido llevar a la práctica el conocimiento aprendido, esto ha hecho crecer mi experiencia y desarrollar las aptitudes necesarias para el puesto”.
3.Carta de presentación si estás sobrecualificado
Muchas veces se han iniciado los estudios que se solicitan, pero no se han completado. O bien no se cuenta con ellos, pero sí con los conocimientos que implican porque te han llegado a través de la experiencia. En la carta de presentación lo que tendrías que mencionar es precisamente tu caso. Que quede claro que posees determinados conocimientos también, aunque no los hayas adquirido a través de una acción formativa. Es como si les dijeras: “parece que no cumplo con lo que se pide, pero no me descartéis todavía, hay más”.
Modelo de texto a incluir:
“Mi interés en [concretar el conocimiento teórico que se requiere] me ha llevado a completar la formación en este campo de manera autodidacta, siguiendo de cerca las novedades que se van sucediendo en esta área”.
4.Carta de presentación para destacar las habilidades
Hay actividades donde, por supuesto, es importante la formación y la experiencia (siempre lo es), pero no cuenta tanto como lo que uno lleva consigo como persona, su forma de mirar el mundo y de resolver situaciones. Un ejemplo muy claro es una actividad de cara al público. Otro ejemplo, un puesto directivo.
En tales casos hay que resumir adecuadamente tus fortalezas. No es tan importante que menciones aspectos que van a leer en tu CV, no te repitas. Lo importante es contar lo que no van a leer en él. Y hacerlo de la manera más atractiva posible. Al fin y al cabo es un gancho para pasar la primera criba.
Modelo de texto a incluir:
“¿Buscan a alguien con la capacidad de [mencionar aquí la cualidad que veas más significativa para el puesto]? Es el punto fuerte de mi candidatura porque he tenido la oportunidad de desarrollarla gracias a [aquí se señalaría el hecho que te ha llevado a adquirir esta cualidad]”.