Son muchos los que después de varios años trabajando, deciden realizar un MBA para dar un impulso a su carrera o cambiar de trayectoria profesional. Pero volver a ser estudiante no es tan fácil como pudiera parecer, el hábito se ha perdido, por eso me parece interesante destacar el decálogo de consejos publicado por la revista Business Week:

Adaptación a la nueva situación: No subestimes la cantidad de tiempo que vas a necesitar para estudiar y asistir a clases.

No te disperses con la gran cantidad de actividades a tu alcance: Algunas escuelas de negocio ofrecen la posibilidad de realizar numerosas actividades complementarias, concentra tus energías en aquellas que realmente te puedan apasionar. Analiza el nivel de compromiso y atención que requiere cada una antes de comprometerte.

Evita seguir la mentalidad mayoritaria: Ten cuidado de no perder de vista los objetivos iniciales que te hayas marcado. Acota tus campos de interés.

Se un jugador de equipo: Muchas escuelas de negocio utilizan el método del caso, es decir, plantean ejemplos reales que los estudiantes han de resolver en equipo. No trates de impresionar y no domines las conversaciones. Ten en cuenta que vas a pasar muchas horas con tus compañeros y que además estas relaciones pueden ser el origen de interesantes oportunidades laborales en un futuro.

Sentarse en primera fila o junto al pasillo: El aula es el lugar donde se expone tu imagen académica y profesional y donde se labrará tu reputación entre compañeros y profesores. Una manera de hacerte notar es el lugar donde te sientas, y aquí, la primera fila o el pasillo son las mejores opciones.

Interrelación con los profesores: Es interesante relacionarse con los profesores en busca de guía y consejo.

Orienta tu carrera desde el principio: Busca orientación profesional desde el principio. Muchas escuelas ofrecen servicios de asistencia a sus estudiantes y esto puede repercutir positivamente en aclarar tus intereses, opciones de futuro y materias que cursar.

Tomate tu tiempo de respiro: No olvides nunca tomarte un tiempo para relajarte y dedicarlo a tu familia, amigos y a ti mismo.

No tengas miedo de pedir ayuda: Muchos estudiantes cometen el error de no pedir ayuda cuando necesitan un apoyo académico extra. Mostrarse reacio a aprovechar las clases privadas o a solicitar la ayuda de los profesores puede hacer que cuando tomes consciencia de que la necesitas sea demasiado tarde.

No seas un perfeccionista: Estudiar un MBA requiere un enorme esfuerzo financiero y de dedicación. El éxito durante el mismo conducirá a oportunidades profesionales tras la graduación, pero ante la gran exigencia es imposible alcanzar la perfección. La experiencia demuestra que los estudiantes que mejor aprovechan son los que mantienen un compromiso constante, pero sin obsesión.