Los parques tecnológicos son proyectos asociados a un espacio físico que tienden redes de colaboración entre universidades, centros de investigación y otros centros de estudios superiores, con el fin de crear un ecosistema propicio para la formación y el crecimiento de empresas relacionadas con el conocimiento, la tecnología y la innovación.

Desde la gestión de estos proyectos se impulsa la transferencia tecnológica investigación-empresa y la innovación en las empresas que forman el parque. Son espacios donde se produce la colaboración de instituciones públicas como las comunidades autónomas, los ayuntamientos, universidades y las iniciativas privadas.

Los parques tecnológicos en datos

En España existen 67 parques miembros de la Asociación de Parques Tecnológicos de España (APTE). Rindiendo al máximo y con un nivel de madurez óptimo hay 49. Otros 16 se encuentran en proceso de desarrollo. Las universidades promueven 24 de estos parques y un total de 46 universidades españolas colaboran en ellos. Se encuentran repartidos por toda la geografía española.

Estas organizaciones son impulsadas inicialmente por las comunidades autónomas a las que se suman otras instituciones y centros educativos posteriormente. Los parques del País Vasco son los pioneros. Un ejemplo de apuesta por la innovación en la gastronomía es la creación del Basque Culinary Center. En Cataluña, una red muy vinculada de empresas tecnológicas es la que termina interpelando a la administración para que apoye el proyecto. En otros casos son las administraciones las que impulsan y promueven la creación de los parques para dinamizar la economía del conocimiento en su área de influencia. La implantación de estos espacios de I+D en cada región se produce de un modo diferente.

Las tecnologías de la información reinas de los parques tecnológicos

Según la asociación que los agrupa, estos parques acogen un total de 6.452 empresas. Los sectores principales en los que se mueven son la información, informática y telecomunicaciones con un 22% del total de empresas. Le siguen la ingeniería, consultoría y asesoría (14,8%), y después las dedicadas al ámbito de la medicina y la salud (6,2%). La agroalimentación y biotecnología y los centros tecnológicos en I+D suponen alrededor del 4%.

¿Qué puede hacer un parque tecnológico por mi empresa?

Los parques tecnológicos crean las condiciones favorables para que ciencia y empresa puedan trabajar en colaboración e impulsar procesos de I+D+i.

Sillicon Valley es el modelo de hábitat empresarial que sirve de inspiración. Facilitan a las empresas que comienzan servicios para trabajar en red y reducir costes tipo:

  • Asesoramiento empresarial. A través de de redes de mentores y colaboradores, visibilidad y prestigio, búsqueda de financiación y gestión de la propiedad intelectual.
  • Espacios de trabajo. Laboratorios, espacios para coworking y oficinas equipadas.
  • Zonas y servicios comunes con arquitectura de red e Internet y equipamiento audiovisual.

En general, las condiciones que deben cumplir las empresas para formar parte de un parque tecnológico son las que siguen:

  • Tener una base científica o tecnológica.
  • Estar legalmente constituida.
  • Que tenga un modelo de negocio viable.
  • Equipo de profesionales cualificado.

Otros parques están más ligados a la transferencia de conocimientos de la investigación en las universidades. Los parques con vinculación a universidades o centros de investigación son las que más se ocupan de fomentar la transferencia tecnológica, y de la aplicación práctica a través de iniciativas empresariales de la investigación que genera la universidad. Además, también ofrecen asesoramiento para iniciativas de alumnos y como incubadora de empresas.

El tipo de empleo que se genera en estos centros son empleos de calidad, vinculados al progreso y con grandes posibilidades de crear un país con una industria competitiva.