Ser consultor de empresas puede ser una buena opción para tu desarrollo profesional. Se estima que en este sector en España trabajan cerca de 200.000 consultores y mueve una cifra de negocio cercana a los 13.000 millones de Euros. No es de extrañar que los mejores estudiantes de nuestras universidades sean captados por las consultoras para trabajar en sus compañías. Sin embargo es una profesión exigente, física e intelectualmente, para la que se requiere una alta cualificación y unas especiales habilidades personales para las que necesitarás prepararte.

¿Por qué son necesarios los consultores en estos momentos?

La mayoría de los expertos coinciden en que el tejido  empresarial español, necesita incrementar su competitividad, productividad e iniciar un intenso proceso de  internacionalización que diversifique su mercado. Afrontar estos retos significa un profundo cambio en sus modelos y procesos de negocio, en su forma de operar, en su modo de hacer las cosas; significa apostar por la innovación y el talento de sus profesionales.

Para lograr esta transformación, la empresa necesita abordar el cambio siguiendo un método que le asegure el éxito, ideas frescas para hacer las cosas de una forma diferente, nuevos conocimientos para adaptar su negocio a la nueva realidad del mercado, imparcialidad en el análisis de su situación de partida y reflexionar sobre su enfoque de negocio. Todo esto es lo que le ofrece un consultor externo, ya que aporta experiencia y conocimiento especializado a su empresa y lo más importante un enfoque que, en ocasiones, no puede encontrarse dentro de la organización por su implicación con la actual forma de hacer las cosas.

Si has detectado esta necesidad, especialmente importante en estos momentos de crisis, habrás visto una oportunidad de desarrollo profesional en este campo. Si acabas de terminar la carrera o eres un profesional experimentado esta profesión te dará la oportunidad para poner tus conocimientos al servicio de las empresas.

¿Cuál es el perfil de un consultor de empresas?

Un consultor es un profesional que ofrece el consejo de experto. Asesora a las empresas en un área determinada, por lo que su especialización suele ser alta. Es una profesión generalmente bien remunerada, pero exigente. Ser consultor tiene unos requisitos muy altos. Tanto a nivel formativo, de conocimientos y capacidades, como de habilidades personales, de relación y de comunicación con los demás.

El buen consultor además de la capacidad, pericia y conocimientos técnicos, que tanto hemos comentado, tiene que tener entre otras las siguientes cualidades:

  • Capacidad para Escuchar: Sólo de esta forma podrá entender la situación y especificidad de cada empresa y las claves para abordar el problema. Esta habilidad debe ir más allá que atender a quien le contrata. Tiene que ser capaz de entender a todos los agentes del negocio: trabajadores, proveedores, clientes e incluso competencia.
  • Flexible y Paciente: El consultor de empresas ha de desarrollar su trabajo involucrando a los miembros clave de la organización, pero sin alterar el día a día de sus funciones y responsabilidades. Debe conseguir sus objetivos. Realizar sus análisis adaptándose a la dinámica del negocio y del cliente, pero respetando el plan de trabajo definido.
  • Objetivo e imparcial: El consultor debe analizar la situación extrayendo cualquier juicio de valor y plantear todas las posibles soluciones. Su misión es realizar un análisis objetivo, desde  una posición de independencia. Detectar las soluciones más viables, evitando juicios de valor o sesgos durante el proceso.
  • Analítico: El consultor debe ser capaz de obtener información analítica que soporte sus propuestas, investigando, generando y relacionando distintos datos y elementos de decisión para llegar a construir alternativas factibles y soportadas racionalmente.
  • Tiene que ser capar de identificar los ámbitos funcionales esenciales del negocio, cuáles son sus procesos, importancia y forma de relacionarse.
  • Generador de alternativas: Esta es una cualidad fundamental en el consultor, el cliente espera que le ofrezca alternativas válidas para su empresa y su entorno. Estas alternativas deben ser innovadoras, útiles, prácticas y concretas, con una clara justificación de sus génesis y su factibilidad e idoneidad.
  • Comunicador: Un consultor tiene que tener facilidad de palabra y ser capaz de hacerse entender. Es la única forma de lograr que sus planteamientos sean comprendidos y aceptados por la organización cliente.
  • Organizado y metódico: El consultor tiene que ser capaz de gestionar un proyecto en su conjunto o la actividad que se le ha encomendado. Organizando sus tareas o las de un equipo de personas para lograr su objetivo. Por eso tiene que ser capaz de descomponer el trabajo en fases, actividades, tareas y pasos. Establecer los plazos y los recursos necesarios, y repartir adecuadamente las responsabilidades. La gestión del tiempo es fundamental en su desempeño.

¿Qué formación necesitas?

Para trabajar como consultor de empresas generalmente las firmas del sector exigen formación universitaria. En ocasiones puede suplirse con una amplia experiencia profesional en tu especialidad. Pero todo eso no es suficiente. Más allá de los conocimientos específicos y pericia técnica, debes adquirir las cualidades y habilidades que hemos explicado.

Si te interesa esta profesión, la Universidad Carlos III  de Madrid  desarrolla el Máster en Consultoría de Negocio que te prepara en pocos meses, de forma intensiva, práctica e innovadora. De la mano de profesionales del sector, profesores de la UC3M y de las propias empresas consultoras tendrás una formación integral basada en el desarrollo de proyectos de consultoría a través de los que adquirirás las herramientas y habilidades profesionales que te facilitarán el acceso al sector.