Desde que el mundo cabe en un dispositivo las interacciones que hacemos en ellos son una suerte de mapa sobre nuestros gustos e intereses. Es el tesoro que buscan las nuevas formas de márketing, para ofrecernos productos y contenidos cada vez más personalizados.

A la búsqueda del tesoro

Quienes se encargan de ir siguiendo las huellas que dejamos mientras buscamos o curioseamos son los analistas web. Miden y recogen los datos que llegan de la maraña digital y los convierten en hipótesis refinadas que aportan elementos fiables al proceso de toma de decisiones.

Las empresas necesitan medir cada vez más tanto el impacto de su actividad como los hábitos de su público objetivo para poder actuar de forma más eficaz. Estos profesionales de la analítica trabajan codo con codo con los departamentos de márketing de las empresas. Es una de las profesiones que más se demandan.

Un profesión en constante actualización

Según explica Gemma Muñoz, CEO de El Arte de Medir, la analítica web es una actividad que exige estar en continua actualización de conocimientos, “no conozco a ningún analista web que se precie que no lea de 5 a 10 artículos diariamente sobre lo nuevo que hay ahí fuera”.

De alguna forma los consumidores hemos digitalizado nuestros deseos y hábitos y los volcamos en diferentes plataformas que van desde la búsqueda en las páginas web hasta las recomendaciones en las redes sociales o la medición en los dispositivos que llevamos. Todas estas fuentes de datos se integran en el análisis. Oriol Farré, responsable de analítica web y SEO en Mango, resume el camino recorrido por esta actividad: “ahora ya no analizamos webs, analizamos personas en un entorno digital”.

Innovación en la innovación

Esta profesión ha experimentado un gran avance en sus pocos años de recorrido gracias a la implantación de nuevas tecnologías como el tag management. Según explica Jose Ramón Cajide, analista digital en el Arte de Medir, las tag son pequeños píxeles insertados en las páginas o aplicaciones que tienen diferentes funcionalidades como registrar nuestros movimientos de interacción, permiten segmentar el tráfico o la conversión. La simplificación de las tareas de gestión de estos tags ha permitido hacer más autónomo el trabajo y no depender tanto de un especialista técnico. Ha implicado tanto dinamizar como optimizar el proceso de la recogida de datos.

Otro de los oficios del análisis web es el que se encarga de la visualización y presentación de los datos de una forma comprensible y atractiva. Carlos Kindelan es periodista visual y experto en infografía y visualización de datos. Nos explica que los datos cuentan historias, a veces cotidianas, como cuántas veces hablamos por teléfono a la semana, y otras extraordinarias como la corrupción o el abuso de poder. El cometido de periodistas, diseñadores gráficos o infografistas es transformar estos datos recogidos en código binario en imágenes para que resulten útiles.

Los retos para el futuro

Para Gema Muñoz el reto de estos especialistas está en superar lo que llama la parálisis postanálisis. Tras analizar todos estos datos no se toman decisiones inmediatas que provoquen un impacto con lo que se produce una especie de desperdicio de todo ese conocimiento.

Oriol Farré augura una buena progresión a esta profesión, “las empresas que ya llevan tiempo apostando en el análisis de datos no paran de incrementar sus equipos».

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