He’s the best there is! (Actually, he’s the only one there is.)

(¡Es el mejor que hay!- De hecho, es el único que hay-)

Este lema sacado de Ace Ventura no es del todo cierto. El detective inventado por Jack Bernstein mientras veía Stupid Pet Tricks en el show de David Letterman, que logra descubrir quién robó a Copito de Nieve, la mascota de los Dolphins de Miami, tiene réplica en la vida real. Los detectives de mascotas existen, y su trabajo es encontrar mascotas perdidas utilizando el rastreo y técnicas similares a las que se utilizan para encontrar a las personas.

Quien tiene un perro o un gato en casa conoce esa sensación de que el animal en cuestión es un miembro de la familia con todos sus derechos y obligaciones. Por eso, perderlas puede suponer un trauma para sus ‘padres’, dispuestos a buscarlas sin descanso y hacer cualquier cosa por recuperarlas.

Sin embargo, pocos conocen, y menos en estas latitudes, la increíble ayuda que puede prestar un detective de mascotas. Especializados en la búsqueda y el rastreo de animales, sobre todo gatos o perros, son una herramienta muy útil para localizar a un animal perdido o robado de forma efectiva, evitando que el paso del tiempo haga estragos en las posibilidades de recuperarlo sano y salvo. Son muchos los casos de animales que acaban en protectoras porque sus dueños no han podido, o no han sabido, localizarlos, y que pueden terminar siendo sacrificados sin que unos sepan de los otros. Esta penosa situación la evitan eficazmente los detectives de mascotas.

¿Cómo trabajan?

Normalmente un detective especializado en recuperar mascotas es una persona formada en el rastreo y la localización de personas o animales que conoce pautas de comportamiento de esos animales una vez están fuera de su entorno de seguridad, que suele ser su propia casa y, como mucho, su jardín o barrio. Por ejemplo, si un gato se pierde porque se desubica al huir de un perro, puede no saber volver a casa o no querer hacerlo a causa del miedo, incluso aunque se encuentre muy cerca de su entorno familiar.

Además de su instinto y capacidad humana, cuentan con una inestimable ayuda animal, la de perros o gatos rastreadores, entrenados para seguir pistas olfativas y que se comunican mediante lenguaje corporal con sus adiestradores. Su modo de actuar es similar al que se utiliza en la policía para rastrear drogas o personas, pero están especializados sobre todo en pistas felinas y caninas.

En Estados Unidos la organización Missing Pet Partnership de Seattle utiliza perros y gatos ‘objetivo’, animales entrenados para ‘simular’ que se pierden, quedándose inmóviles y callados y esperando que el perro que se está entrenando en rastreo animal les encuentre. O pueden también ir dejando una pista intencionada para que el perro rastreador dé con ellos.

También cuentan con perros ‘imán’, que atraen de forma amigable a otro perro asustado facilitando su captura, y con perros específicamente entrenados para olfatear pistas y encontrar a perros y gatos perdidos.

En Nueva Escocia, Canadá, Vicky Vaughan trabaja con sus dos perros Dakota y Montana para encontrar lo antes posible perros y gatos perdidos. Dakota, afirma la detective, es el único perro del mundo especializado en analizar territorios felinos para encontrar gatos; el perro “me ayuda a ver el territorio con ojos felinos”, comenta la canadiense. Su efectividad, afirma en su página web, es del 80%. Vaughan advierte de que la rapidez al actuar es esencial, y que, como ocurre con las personas perdidas, cuanto antes se cuente con sus servicios o con las herramientas para encontrar a las mascotas, mayores son las probabilidades de éxito.

MPP, fundada por la expolicía Kat Albrecht, forma además a voluntarios y animales de todo el país para convertirlos en detectives de mascotas y especialistas en rastreo, y tiene a disposición de los usuarios una red de contactos de detectives cualificados en Estados Unidos, Canadá e Irlanda.

Sus tarifas rondan los 40-50 euros por hora y tienen servicios aparte, como la elaboración de flyers, el alquiler de trampas y la atención telefónica constante. En España, todavía, no existen estos detectives, pero si uno es un amante de los animales y tiene habilidades deductivas, capacidad para entender el lenguaje corporal de los perros y conoce técnicas de adiestramiento, puede plantearse ayudar a muchas personas a encontrar a su mascota y lograr finales felices como los de Ace Ventura… pero en la vida real.