La semana pasada se publicaban los datos oficiales de desempleo recogidos por el SEPE: el paro a comienzos de verano se ha situado en 2.880.582 personas. Esta es la cifra más baja desde hace 14 años, momento en el que comenzó la crisis financiera. Hablamos sobre estas y otras claves destacadas con relación a los últimos datos del paro.
1. El paro se mantiene por debajo de los 3 millones
Después de 14 años, que el paro descienda por debajo de la franja de los 3 millones, como en mayo y en junio, no puede considerarse más que una buena noticia. En este tiempo hemos pasado por una grave crisis financiera y por una pandemia. Bien es cierto que el escenario de en los próximos meses está teñido de incertidumbre, tanto en el terreno económico como todavía en el sanitario. En el ámbito económico por la inflación causada a partir de la guerra en Ucrania y, con respecto a la pandemia, porque no puede darse por completo por superada. Aun con todo, hoy día se puede decir que la cifra de parados es la menor desde 2008 y ese es un dato innegablemente positivo.
La cifra se sitúa en 2.880.582 personas paradas. Supone 733.757 personas menos que hace un año y 365.465 personas menos que al inicio de la pandemia. En concreto, en junio ha bajado el desempleo en 42.409 personas. Y aquí vienen los matices. Esta cifra supone el descenso más bajo de la última década, descontando el año 2020, que quedó teñido por el comienzo de la pandemia. Así pues, téngase en cuenta que es un descenso muy moderado para la época en la que estamos, en la que las contrataciones temporales solían protagonizar los buenos datos de desempleo. Ahora bien, obsérvese que las contrataciones temporales han sido sustituidas por las indefinidas, como veremos en la siguiente clave.
2. Aumentan las contrataciones fijas
En junio se han registrado 115.607 nuevas afiliaciones. Actualmente, la cifra de personas trabajando supera otra barrera, las de los 20 millones. En concreto, hay 20.348.330 trabajadores medios. Esto supone más de medio millón de personas con empleo más que antes de la pandemia, lo que de nuevo no puede considerarse más que un dato positivo.
Como también es positivo el dato de que 4 de cada 10 nuevos contratos hayan sido indefinidos. De los 1.768.988 contratos que se han registrado en junio, 783.595 han sido de carácter indefinido. Este número es el más elevado de cualquier serie histórica. La Reforma Laboral se ha propuesto reducir la temporalidad y lo está consiguiendo.
Eso sí, tenemos que señalar también ciertos matices que empañan la positividad de estas cifras. De los 783.595 nuevos contratos indefinidos, 178.092 fueron fijos discontinuos y 292.679 son contratos fijos a tiempo parcial. Es decir, aunque mejora la calidad de las condiciones laborales, se mantiene la falta de continuidad en el empleo y la parcialidad en las jornadas, características muy propias de la temporalidad.
3. El sector servicios es el protagonista de los buenos datos
Como es lógico y habitual en estas fechas, el sector servicios hace su agosto. El 97% de las nuevas contrataciones pertenecen a este sector. Otros ámbitos donde ha descendido significativamente el paro es en industria y construcción. Este último sector vuelve a estar en racha después de ser el que más ha acusado la crisis financiera, aunque esto no significa que se haya convertido en un sector estable.
Los sectores que han aumentado el paro son la agricultura y la educación. En educación está relacionado con el final de curso escolar y en agricultura puede tener que ver con el cese de invernaderos, pero las dificultades por las que atraviesa esta actividad desde hace unos años son más complejas.
Otro colectivo que sufrió un aumento de parados fue el que se inscribe por primera vez como demandante de empleo, es decir, las personas sin empleo anterior. Han incrementado el número en 1.874 desempleados más.