Las nuevas técnicas de aprendizaje están basadas en la idea de la construcción del conocimiento entre iguales. Fomentan el uso de recursos tecnológicos, TIC (tecnología de la información y la comunicación) y promueven el aprendizaje activo. Cada vez quedan más lejos las lecciones magistrales y las nuevas generaciones se levantan del pupitre y comparten conocimientos en Internet. Como en la vida real. Estas técnicas tratan de fortalecer la motivación y ceder el protagonismo al aprendiz. Desarrollan la capacidad investigadora, de análisis y el espíritu crítico. Las aulas se dinamizan. Se trata, además, de que el aprendizaje sea de tipo colaborativo donde se construya el conocimiento a través de la formación de grupos de trabajo, la interdependencia de todos y cada uno de los miembros del grupo y de la responsabilidad individual sobre las aportaciones.

A continuación os contamos algunas de las técnicas que se están imponiendo en las aulas del siglo XXI.

Flipped classroom. La clase al revés. La propuesta es invertir el orden tradicional de la clase. Según este sistema, los alumnos/as reciben el material de estudio en primer lugar y lo preparan de forma individual. Una vez que se trabaja ese primer acercamiento al tema, es en la clase donde se profundiza con el resto de compañeros y junto con el profesor/a se resuelven dudas.

Trabajo por proyectos. Se plantea un tema que puede ser sugerencia del profesor o de algún alumno/a con unos objetivos concretos de aprendizaje. Los estudiantes se encargan de buscar la información, de organizarla, de analizarla y finalmente la exponen ante el resto de la clase. Esta fórmula permite afrontar situaciones ligadas a la vida real porque te expones a similares dificultades a la hora de gestionar información, de expresar tus conocimientos y de comunicarlos. Supone un reto ponerse de acuerdo con los demás, estructurar y exponer. Además, esta técnica permite la implicación en el propio aprendizaje y fomenta la responsabilidad. Los conocimientos adquiridos se relacionan y esto ayuda a la fijación y el recuerdo.

Aprender enseñando. “La mejor manera de consolidar un aprendizaje es enseñarle a otro a hacerlo”. Esta frase inspira proyectos como Te muestro cómo se hace, una web argentina, creada para compartir conocimiento de la comunidad educativa planetaria. Si sabes hacer algo compártelo y afianza tus conocimientos.

Aprendizaje basado en problemas (ABP). Este método propone alterar los términos del sistema tradicional de las clases. En el método clásico, en primer lugar se expone la teoría y luego se plantea un problema para la aplicación práctica de lo aprendido. En el ABP, se plantea el problema desde el inicio y se guía al alumnado por los pasos y actividades que hay que hacer para su resolución.

Actividades de debate. Plantear un tema y proponer la defensa y la crítica del mismo con argumentos en ambos sentidos. Estas actividades dan perspectiva a los temas y favorecen la empatía, ya que a veces tenemos que hacer de “abogados del diablo” defendiendo causas con las que a priori no estamos de acuerdo.

El carácter novedoso de estas técnicas pasa sin duda por el uso de Internet. Tanto los materiales que se utilizarán para las actividades como el resultado de los proyectos pueden ser volcados a través de recursos como YouTube o un blog.

Gamificación en las aulas. A nadie se le escapa que aprender divirtiéndose es una buena opción. El aprendizaje mediante la incorporación de actividades lúdicas favorece la adquisición de conocimientos. La incorporación a la enseñanza de las estructuras de los juegos (games) o sus reglas es lo que se llama gamificación. Se implanta estableciendo sistema de niveles, ránkings u obtención de puntos relacionados con la consecución de objetivos. Se crean equipos que compiten de forma que se estimula el aprendizaje a través del juego. La gamificación también pasa por el uso de videojuegos para preparar determinadas materias.

Los beneficios de estas nuevas metodologías son reconocidas mundialmente a través de premios como el Global Teacher Prize. Están inspiradas por el aprendizaje significativo donde se pone el foco en la forma en la que se aprende y no en la que se enseña. Acercan el mundo real al espacio de las aulas. Se construye el conocimiento de forma colaborativa y se huye de la jerarquía maestro-alumno. Favorecen la implicación y la responsabilidad en la consecución de objetivos y nos alejan del aburrimiento y la pasividad.