Luxemburgo tiene varios atractivos a la hora de plantear establecerse por un tiempo. Aprender y practicar idiomas, estar cerca de instituciones motor de la UE y experimentar lo que es residir en un país con una probada estabilidad económica y laboral, entre otros. Los empleos que se ofertan suelen ser puestos cualificados relacionados con entidades bancarias o con organismos administrativos. Pero también se requieren empleados con menor cualificación, como en los sectores de la construcción y la hostelería.


Aproximadamente el 70% de los trabajadores en Luxemburgo son extranjeros o fronterizos. De hecho, se jacta de albergar hasta 170 nacionalidades diferentes. La tasa de paro de este país es inferior al 6%, en 2016 la renta per cápita fue de 92.900 € (frente a los 24.000 € de España) y el salario mínimo interprofesional alcanza los 1.998,6 €. Con estos datos sobre la mesa, se puede decir que es uno de los países europeos con mayor calidad de vida.

Qué idiomas se hablan en Luxemburgo

Luxemburgo cuenta con tres idiomas oficiales: el luxemburgués, el francés y el alemán. Pero también se emplea el inglés, por la actividad empresarial del país, y el portugués, debido al alto porcentaje de inmigrantes portugueses.

En el sector servicios domina el francés y el inglés, con preferencia del primero. Se utiliza sobre todo en el ramo comercial y en hostelería. Geográficamente, se sitúa principalmente en la capital y sus alrededores.

Sin embargo, en el norte el luxemburgués se emplea por delante del francés. Si deseas instalarte en esta zona, tendrás que aplicarte con el idioma nativo. Independientemente de dónde te encuentres, el 70,5% de la población utiliza el luxemburgués en el trabajo y en la escuela, por lo que te adentrarás más en su cultura si te defiendes mínimamente en esta lengua.

Ahora bien, el idioma que más se solicita en las ofertas de empleo es el francés. Casi el 45% de las vacantes señala el conocimiento de esta lengua como imprescindible.

El inglés tiene una fuerte presencia en los puestos de trabajo de las instituciones europeas, así como entre el personal del sector bancario e industrial. Se emplea además como idioma común entre personas de diferentes nacionalidades. También conviene poseer un nivel avanzado en esta lengua.

Trabajar en Luxemburgo

Empleos que se pueden encontrar en Luxemburgo

El Gran Ducado de Luxemburgo requiere cubrir muchos puestos de trabajo con talento extranjero, por eso es tan importante para ellos la inmigración. Una gran parte está relacionada con empleos cualificados, pero también hay demanda de trabajadores con menor nivel formativo, sobre todo en el sector de la construcción y en hostelería.

En el área de tecnologías de la información y de los medios de comunicación hay varios gigantes que operan desde Luxemburgo, como el RTL Group y SES. También cuentan con sede en este país compañías como Skype, iTunes, PayPal, eBay o Amazon. Además, es uno de los centros financieros de Europa. El sector bancario es también una fuente importante de empleo cualificado.

Otro reclamo son los puestos en organizaciones institucionales o relacionadas con la Unión Europea. Distintos organismos convocan plazas a las que se puede acceder incluso desde el país de origen y llegar allí con el contrato en la mano firmado.

Trámites para establecerse en Luxemburgo

Luxemburgo pertenece a la UE y, como tal, rige la libre circulación de trabajadores europeos. Esto quiere decir que un ciudadano europeo tiene derecho a trabajar sin solicitar un permiso de trabajo. Sin embargo, la libre circulación de personas de la UE (que también aplica) tiene ciertas restricciones importantes. Por ejemplo, que el país de acogida no está obligado a prestar asistencia sanitaria si no se es económicamente activo. Así que tendrás que buscarte un seguro médico hasta que empieces a cotizar a la Seguridad Social luxemburguesa.

Si eres ciudadano europeo y vas a realizar una estancia en Luxemburgo por menos de 3 meses, no necesitas más que tu DNI o tu pasaporte para residir allí legalmente. Si la estancia supera los 3 meses, hay que cumplir una serie de requisitos para formalizar la permanencia en el país. En primer lugar, tener un trabajo por cuenta propia o ajena y, en segundo, acreditar que se tienen recursos económicos suficientes como para no convertirse en una carga social. En tal caso, has de contar con un seguro de salud.

Una vez estés trabajando, tienes que solicitar la tarjeta de impuestos, donde se indica la tasa que se te ha de retener por el salario que recibes.

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