A nadie se le escapa que hay gente que invierte mejor las horas que se pasa en su puesto de trabajo. Unos somos más productivos y otros menos. La productividad es una cualidad que los empleadores valoran especialmente. De hecho, puede convertirse en requisito para acceder a determinadas ofertas de trabajo.

En España el número de horas que dedicamos a sacar adelante el trabajo son menos productivas que en otros países, como Francia, Alemania u Holanda. Trabajamos hasta más de 300 horas más al año que ellos; sin embargo, nuestra producción es mucho menor. Aparte de que influyen de manera determinante otros factores, como el tipo de actividades a las que un país se dedica, hay que pararse a pensar si se puede sacar más provecho de las horas que uno está en su puesto.

Cómo sacar más partido de las horas que se trabajan

Analicemos en qué acciones se centra una persona productiva:

1. Se planifica

El orden, cuando no se convierte en una manía, es de gran ayuda para conseguir los objetivos que uno se proponga. Hay tres preguntas que debes hacerte si quieres definir un buen plan: ¿cuál es la fecha tope? ¿con qué recursos cuento? ¿qué imprevistos pueden surgir? A partir de ahí, hay que ir integrando las tareas en un calendario y distribuirlas de forma que los imprevistos o la falta de recursos no impidan que se cumplan los objetivos.

Planificar trabajo

2. Tiene iniciativa

No es cierto que solo en un puesto de responsabilidad se pueda ejercer la iniciativa. Cualquiera tiene tiempos muertos que puede reconvertir en tiempos productivos. Siempre hay tareas que se van quedando pendientes o que ayudan a mejorar los procesos. Esos tiempos muertos son el momento perfecto para dedicarles un espacio en la jornada. También serán ideales para adelantar algunas tareas.

Tener iniciativa

3. Revisa su forma de trabajar

A veces uno se pasa tanto tiempo dedicado a las mismas funciones que no es consciente de que las cosas se pueden hacer de otro modo. Los cambios pueden llegar a asustar, sobre todo si te los imponen. Pero las transformaciones son necesarias para adaptarse a los tiempos. Si no revisas tus metodologías, otros lo harán por ti y el cambio al final vendrá impuesto. Adelántate y mejora la productividad.

Revisar metodologías

4. Analiza la eficacia sus estrategias

Después de revisar las metodologías e introducir cambios y avances en tu forma de trabajar, llega el momento de evaluar los resultados. Trata de hacer observaciones que se puedan medir, por ejemplo, en una gestoría, el número de informes atendidos en un periodo determinado del año, comparándolo con el año anterior. Depende de tu trabajo. La cuestión es determinar si hay que realizar algunos ajustes en los planes u objetivos para incrementar la productividad.

Revisar cambios

5. Facilita un buen ambiente de trabajo

Estar a gusto es esencial para que no se produzcan bloqueos y tensiones que entorpezcan el trabajo. Cada uno puede poner de su parte, pero la empresa también debe implicarse si no quiere salir perjudicada. Conseguir un ambiente donde se fomente la colaboración es siempre más productivo que un lugar donde solo se potencie la competencia entre iguales.

Buen ambiente de trabajo

6. Respeta los biorritmos y los descansos

Las paradas estipuladas en los convenios están por algo. Está más que demostrado que si acumulas cansancio y te sobrecargas tiene dos consecuencias muy negativas: cometerás más errores y perjudicarás tu salud. Estas consecuencias pueden afectar notablemente a la productividad. Por otro lado, dormir las horas que necesitas también es un factor determinante.

Descansar en el trabajo

¿Cuántos de estos hábitos para ser más productivo llevas a cabo en tu jornada laboral?

 

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