La edad y la experiencia eran los requisitos que más se valoraban hace pocos años en las ofertas de empleo. La experiencia suponía el tormento de los novatos laborales y la edad, la preocupación a partir de los 45 años. Las empresas filtraban por edad y experiencia a los candidatos porque pensaban que agilizaban así el proceso de selección. Hoy en día, parece que los perfiles junior y senior tienen más oportunidades. Los empleadores son ahora más conscientes del peligro de dejar al margen candidaturas muy valiosas por cualquiera de estos dos indicadores.

La edad sigue siendo un estigma

No se puede negar que, aunque ha habido un cambio de mentalidad, se mantiene una cierta tendencia. Y el edadismo continúa aflorando en los procesos de selección. De hecho, según refleja el último Informe Infoempleo Adecco, más del 40% de los desempleados considera que los años de vida que tiene a sus espaldas son la causa principal por la que no encuentran una ocupación.

Y no andan desencaminados, pues el desempleo entre mayores de 55 años antes de la crisis de 2008 se cifraba en el 5,82%. Actualmente, este porcentaje ha aumentado hasta el 12,75%.

Junior, senior o semisenior

La falta de experiencia constituye otra de las principales preocupaciones a la hora de encontrar un empleo. En concreto, según el Informe, los desempleados la sitúan como la cuarta causa. Por encima queda, la edad, que es la principal, el estado general de la economía y el que haya mucha competencia para un mismo puesto.

Ten en cuenta que eres junior si tienes menos de dos años de experiencia. El siguiente paso es ser semisenior hasta que acumules los seis años. A partir de ese momento, ya podemos hablar de senior.

Perfil senior supervisando el trabajo de un perfil junior

La formación es uno de los indicadores clave para el reclutamiento

Uno de los indicadores que más se señalan en las ofertas de empleo es el nivel de estudios. Tener una formación relacionada con la tarea que se va a desempeñar es cada vez más importante. En las ofertas de empleo ya no se señala la edad (es una de las cuestiones que no te pueden preguntar en una entrevista).

Lo que sí se indica en la gran mayoría de las ofertas de empleo es el nivel de formación y cualificación. En primer lugar, la titulación relacionada con el puesto. También es importante si se tiene algún certificado o cualificación reconocida que se pueda aplicar al desempeño de las tareas. Y, por supuesto, si se han ampliado estudios con un máster o postgrado relacionado con el puesto a desempeñar. Por último, pero no menos importante para muchos casos, es el nivel de idiomas. Este es un requisito que se indica en una de cada 10 ofertas de empleo.

Así pues, mejorar tu empleabilidad no pasa solo por tu edad y experiencia, sino más bien por tu preparación y formación. Y es en este indicador donde más oportunidad de actuar tienes.