Para poner en marcha una casa rural se puede partir de tres opciones diferentes: recuperar una casa antigua de pueblo, comprar una o habilitar una residencia de la que ya se es propietario. El alojamiento puede completarse con otros servicios afines como un pequeño restaurante donde se sirvan comidas típicas de la zona, o la organización de cursillos y actividades al aire libre; rafting, senderismo, cicloturismo o deportes náuticos que sirvan para atraer a un mayor número de clientes.

Los primeros pasos

En este negocio es fundamental elegir el enclave adecuado, un espacio en plena naturaleza pero que no plantee grandes problemas de accesibilidad. Además de poder comprar una casa o rehabilitar un alojamiento propio, existe una tercera manera de acceder a este sector consiguiendo, a través de los concursos promovidos por los ayuntamientos, la concesión de un alojamiento.

Antes de iniciar esta actividad es importante informarse sobre los requisitos que se exigen en la Comunidad Autónoma donde se encuentre la casa (clasificación, características técnicas y estéticas, número de plazas, obligaciones,  seguridad…). También es conveniente ponerse en contacto con la Consejería de Turismo en la delegación provincial que corresponda, donde puede encontrarse información sobre las subvenciones que se ofrecen para este sector.

El capital humano y la gestión

Por las especiales condiciones en las que se desarrolla este negocio, es importante contar con personas que disfruten de la vida en el medio rural y del trato directo con el público. También es recomendable, aunque no imprescindible, una persona con conocimientos sobre el sector de turismo.

En el caso de que se ofrezcan diversas actividades complementarias a los clientes también hay que disponer de personal formado en conducción de actividades físico-deportivas en el medio natural. En muchos casos son los mismos propietarios los que se encargan de la administración y mantenimiento del establecimiento, y también prestan servicios de limpieza y cocina.

Los clientes

Los clientes de este tipo de alojamientos tienen una edad comprendida entre los 25 y 45 años y suelen acudir a ellos en pareja o con un grupo de amigos. Las casas rurales basan buena parte de su éxito en ofrecer a sus clientes un espacio tranquilo y cercano a la naturaleza, pero con las comodidades que pueden encontrar en la ciudad.

Para darse a conocer conviene formar parte de asociaciones de propietarios de la región, centrales de reservas, mayoristas y agencias de viaje para estar presentes en ferias, guías turísticas y promociones autonómicas.

Soluciones originales

Más de un 90% de los turistas buscan alojamiento por Internet. Por ello, contar con una página web es casi imprescindible para este negocio. Para mejorar la visibilidad es imprescindible posicionarse en buscadores especializados (portales de turismo rural) y páginas del gobierno autonómico y el ayuntamiento correspondiente.

Claves para el éxito

-La casa debe estar situada en un paraje bonito con tradición turística.

-Estudiar si se pueden realizar deportes o actividades al aire libre.

-Prestar un buen servicio al cliente.

-Contactar con entidades locales de turismo para darse a conocer.

-Pistas en Internet: Asociación Española de Turismo rural

Plan de empresa

Requisitos mínimos para la puesta en marcha de una Casa Rural.