Si te preocupa cómo justificar los cambios de trabajo que has tenido en tu trayectoria laboral, ya puedes relajarte: la crisis explica muchas cosas. Aun así, la falta de estabilidad sigue siendo una cuestión clásica para los reclutadores. ¿Cómo te puedes enfrentar a esta pregunta en una entrevista? ¿Debes elaborar el currículum de una manera especial? Vayamos por partes.

Lo que te haya sucedido en los últimos diez años, como hemos apuntado, tiene explicación. Primero, los años de crisis y, ahora, la grave situación de temporalidad y empleo precario en la que se encuentran muchos asalariados. No hay que olvidar que la cifra de paro todavía está por encima del 15%. Es decir, el panorama se explica por sí mismo. No se puede esperar que las trayectorias sean demasiado estables y a nadie extraña que hayas hecho varios cambios de empresa, intercalados con periodos de desempleo.

Cómo redactar el CV cuando has cambiado mucho de trabajo

Hay varias formas de hacer que las fechas pasen a un segundo plano. No es necesario mentir en ningún momento y, además, no es aconsejable. La falta de sinceridad conduce a una falta de confianza y esta es la principal razón por la que se descarta una candidatura. Sin embargo, el tradicional currículum cronológico no es la única opción.

Puedes segmentar tu trayectoria en puestos en los que has trabajado y, a su vez, hacer una subdivisión por empresas en las que has desempeñando los distintos puestos. No omitas la fecha, pero puedes poner solo el año. Este tampoco tiene por qué encabezar las subdivisiones. Colócalo entre paréntesis detrás del nombre de la empresa, por ejemplo.

Eso sí, no descuides el orden cronológico inverso en cada división. A los reclutadores sí les interesa mucho qué prácticas tienes más recientes y cuáles forman parte del tus comienzos. Si tratas de enmascarar este orden, la lectura de tu trayectoria va a resultarles muy caótica y eso puede ir muy en contra de tu solicitud.

Otra opción es decidirse por un CV redactado. Es una buena manera de exponer tu carrera si trabajas en el mundo de la comunicación, el márketing, editorial o cultural en general. Aun así, debes darle un hilo conductor que refleje tus primeras experiencias y las más recientes, pues sigue siendo un aspecto importante que se evalúa.

Cómo contestar a la pregunta “¿por qué has cambiado tanto de trabajo?”

Si tus cambios de trabajo se deben a motivos relacionados con la crisis, la temporalidad y el empleo precario, esta será, posiblemente, la pregunta que menos te cueste contestar. Simplemente, cuenta la verdad. Tampoco hace falta enrollarse. Puedes empezar por la última experiencia y aludir al resto de una manera general. No hagas una disertación sobre la crisis, este es un argumento que se explica por sí mismo y no requiere justificación por tu parte. Por eso, debes ser breve.

Cuando el despido está relacionado con una baja por enfermedad, por haber tenido un bebé, por haberte quedado embarazada o por cuidar de una persona dependiente, se trata de una causa muy puntual. Esto, por sí mismo, no explica una trayectoria inestable (salvo que sea muy recurrente). Por tanto, no hay necesidad de mencionarlo en la entrevista. Aunque tampoco debes esconderlo si te hacen una pregunta directa. Siempre puedes afirmar que la situación se ha resuelto y que estás plenamente disponible para trabajar en los términos que se indican en la oferta.

En cualquier caso, no menciones los malos ambientes o las relaciones difíciles del pasado. La entrevista es un encuentro sumamente breve con un objetivo muy claro, el de evaluar tu candidatura. No tendrás tiempo de exponer los detalles de una historia compleja. Con las prisas y, probablemente, la falta de interés por parte de los que te escuchan –pues solo han venido a evaluarte a ti–, lo que cuentes puede ser mal entendido. El efecto puede ser justo el contrario al que esperas, que tu actitud no se entienda y que lo que expongas atropelladamente vaya en tu contra.