La comunicación interpersonal no se basa solamente en lo que decimos o cómo lo decimos. Acompañando el discurso se manifiestan los gestos y ademanes que la mayoría de las veces son más elocuentes de lo que nos gustaría pues muestran el estado de ánimo y parte del carácter. Aunque se realizan de forma involuntaria conocer las señales que envía el cuerpo sobre el estado anímico no está de más cuando hay que enfrentarse a situaciones donde la primera impresión cuenta como en una entrevista de trabajo.

¡Tierra, trágame!

Todo lo que tiene que ver con hacerse más pequeño como encorvarse, cruzar brazos y piernas envía señales sobre la falta de receptividad hacia el interlocutor. La situación a la que te enfrentas es incómoda y tu cuerpo lo expresa claramente. Pon atención si tu cuerpo empieza a hacer cosas raras como meter los codos entre las rodillas o cruzar doblemente las piernas. El mensaje que envías es: estoy incómodo, inseguro y esta situación me supera.

Evitar el exceso de confianza

Pero pasarse al otro extremo tampoco es recomendable. Puede que en un intento de parecer relajado y seguro de tí mismo te pases y el efecto sea contraproducente. Piernas abiertas y demasiado lejos del cuerpo o brazos extendidos y apoyados en el respaldo. Puede dar la impresión de que se está invadiendo el espacio vital de la otra persona y de que estás ocupando un espacio excesivo. Puede resultar invasivo. La impresión es negativa y provocará rechazo. Recoge piernas y brazos y utiliza un espacio adecuado y proporcionado a la situación.

Demasiada actividad

Exceso de movimientos. Los nervios hacen que se tienda a realizar movimientos para liberar la adrenalina que producen. Colocarse el pelo compulsivamente, frotar y retorcerse las manos, balancearse de un lado a otro. Nervios a flor de piel. La atención del interlocutor se desvía y está más pendiente de esos gestos incontrolados que de lo que se dice  de forma que el discurso queda en segundo plano. Si crees que puede ayudarte ensaya en casa con alguien de confianza que te señale cuando haces estos movimientos para que los tengas en cuenta y trates de evitarlos en estas situaciones. Es algo contra lo que luchan habitualmente los ponentes en las presentaciones. Mantener algún objeto en la mano (boli, puntero de presentaciones, etc) ayuda a controlar el exceso de movimientos.

Apretón de pescado muerto


Cuando se produce un contacto físico entre desconocidos como puede ser un apretón de manos es importante que se ponga atención en la calidad de este gesto. No es necesario ser demasiado enérgico ya que puede interpretarse como excesivamente agresivo. Ofrece o recoge una mano tendida para un apretón con firmeza y con toda la mano, no solo con la punta de los dedos. Una mano flácida u ofrecer solo la punta de la mano transmite falta de aplomo. En inglés, le ponen nombre a esta desagradable forma de ofrecer la mano: dead fish handshake (apretón de pescado muerto).

Prohibido intimidar con la mirada

La mirada es una de las zonas más expresivas de nuestro cuerpo. Es prácticamente imposible mentir con los ojos por lo que para poder mirar tranquilamente es necesario que se haga un trabajo previo de relajación y de refuerzo de la confianza diciéndose mensajes optimistas. Estar tranquilo y confiado contribuirá a poder ofrecer una mirada franca y mantener el contacto visual sin problema. Si forzamos el contacto visual resultará excesivamente agresivo y amenazante para interlocutor. Hay que evitarlo.