La elección de un colegio es una decisión importante en la medida en que la experiencia durante la etapa escolar será determinante de cara al futuro, sobre todo laboral. Por un lado, puede actuar a favor si el alumno, debido a sus características personales, se integra perfectamente en la comunidad escolar y no le resulta difícil seguir el curso. Por otro lado, puede actuar en contra cuando el estudiante encuentra trabas porque el centro no se adecua a sus necesidades. Esta guía te ayudará a encontrar el colegio que mejor se adapte a vuestras circunstancias o, si lo prefieres, puedes usar el comparador de colegios.

Nivel socioeconómico de un alumno, clave en su rendimiento escolar

Pero no solo es relevante el colegio en el que transcurren los años de escolarización o las características que reúna en cuanto a dotaciones, tipo de pedagogía, titularidad, etc. Las circunstancias que rodean a los alumnos como la cantidad de recursos familiares que se pueden destinar a la formación, a su adecuación o a complementarla son más significativas que el tipo de titularidad del centro en el que está escolarizado, por ejemplo.

Según las conclusiones a las que llega el último informe PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes que elabora la OCDE cada tres años), ante contextos económicos similares el rendimiento escolar no varía, independientemente de si el alumno procede de la educación pública, de la privada (que consigue mejores resultados en PISA) o de la concertada. Pesa más el nivel socioeconómico de la familia del alumno que el tipo de centro en el que se estudie.

¿Afecta la elección de colegio a tu futuro profesional?

¿Pública, privada o concertada?

La educación pública está diseñada para que, independientemente del estrato social de procedencia, de las capacidades o el tipo de diversidad funcional que tenga el alumno consiga unos resultados provechosos para su futuro. La educación pública es gratuita y universal por lo que recoge una mayor diversidad lo que, por un lado la enriquece, pero por otro debe enfrentarse al continuo reto de la masificación, demasiados estudiantes por aula, una educación que pretende cubrir cualquier necesidad educativa pero cuyos recursos son limitados y últimamente sometida a cuantiosos recortes.

La educación privada y la concertada están integradas de forma mayoritaria por alumnos con un nivel socioeconómico superior. Además de que contempla menos estudiantes por clase y la dotación de los centros es de mayor calidad es el poder adquisitivo de las familias lo que, en general, tiene una mayor influencia en unos resultados académicos por encima de la media  y que, probablemente, contribuirán a un mejor futuro profesional.

La influencia de un buen (o un mal) profesor

Otros elementos que influirán en el futuro será el la relación con los docentes. Tener un mal profesor de inglés o en matemáticas es el motivo que muchas personas esgrimen para justificar su fobia a los idiomas o al cálculo. Haber tenido una experiencia negativa en este sentido con un profesor produce muchas veces que se rechace una materia y los pasos se dirijan en sentido contrario.

Sin embargo, la influencia de un buen profesor tiene mayores implicaciones. Alguien que sabe inspirar o detectar un talento y que animan a seguir dejará una impronta útil y, probablemente, la semilla de una vocación.

Un poco más adelante, cuando llegue el momento de decidirse por una especialidad en la que formarse tras haber finalizado la secundaria, se producirá la elección más decisiva para el futuro laboral. Por ejemplo, elegir  una carrera STEM (carreras científico-tecnológicas) proporcionará muchas oportunidades tanto para una rápida incorporación al mercado de trabajo como para hacer una buena y bien remunerada carrera profesional. Seguir una vocación o perfeccionar un talento innato también será determinante independientemente de la carrera que se elija.

Por último, el carácter será la amalgama de todos estos ingredientes. Constancia, motivación, tolerancia a la frustración, voluntad y dotes comunicativas jugarán a favor para labrarse un buen futuro profesional.