La actual crisis económica ha puesto en evidencia la importancia que tiene el sector industrial como motor del crecimiento y de la creación de empleo. Y la muestra está en los países con una industria más desarrollada, como Alemania, Austria o Países Bajos, donde las tasas de desempleo se han mantenido por debajo del 10% durante estos años de crisis, al contrario de lo que sucede en España, donde la tasa de paro supera el 25% desde hace tiempo.

Los países en los que la industria tiene un mayor peso sobre el PIB son más resistentes a los ciclos económicos adversos, pierden menos empleo y el que generan es más estable y de mejor calidad. En el caso particular de España, la contribución del sector industrial al PIB español se situó en el 15,9% en 2013, muy por debajo del 18% alcanzado en el año 2000, y lejos del objetivo del 20% marcado por la Comisión Europea en su estrategia Europa 2020.

Para conseguir que la industria española alcance ese objetivo comunitario, el Ministro de Industria, José Manuel Soria, presentaba ayer la Agenda para el fortalecimiento del sector industrial en España. El informe, elaborado de forma conjunta con la consultora Boston Consulting Group (BCG), incluye diez líneas de actuación que componen un plan de reindustrialización con el que se busca que el sector industrial se convierta, en palabras del ministro de Industria, “en uno de los motores de nuestra economía y de la creación de empleo, y contribuya por tanto a dar soluciones a los principales retos que afronta nuestro país”.

Aumento de la competitividad

Una de las medidas propuestas es la mejora de la competitividad de los factores productivos clave. Las empresas industriales podrían llegar a ahorrar 1.000 millones de euros anuales con la puesta en marcha de iniciativas de optimización de sus costes logísticos, laborales y energéticos. Pero para eso se necesitan más profesionales especializados en los ámbitos de la rama industrial, especialmente en diseño, gestión y organización de sistemas productivos y logísticos en la empresa. Unos conocimientos que se pueden adquirir, preferentemente, realizando estudios de máster en organización industrial, como el que ofrece SEAS, Estudios Superiores Abiertos, o el de Producción e Innovación, también del mismo centro. Ambos cuentan con el aval de la Universidad Católica de Ávila (UCAV).

La innovación, un valor en alza

Otra de las claves para el fortalecimiento del sector industrial español pasa por la innovación, tal y como asegura la Comisión Europea, que considera que España debe fomentar un entorno más favorable a la innovación y al desarrollo de nuevas empresas para la creación de empleo.

Juan Majada, director de RRHH de Red Eléctrica de España, coincide con el Ejecutivo comunitario, y asegura que “hoy día, la innovación debe ser norma, no excepción”. “Las empresas deben potenciar la gestión del conocimiento y la capacidad creativa de las personas y permitir el desarrollo de una cultura real de innovación”, concluye Majada para el Informe Infoempleo Adecco 2013.

Un reto para el que resulta imprescindible contar con profesionales suficientemente cualificados y preparados, algo que, para determinados sectores como el petrolero, está resultando todo un desafío. “El incremento en las inversiones y en el desarrollo de proyectos para la extracción de hidrocarburos conlleva la creación de puestos de trabajo directos e indirectos, y una demanda cada vez mayor de profesionales especializados –explica el director de RRHH y Organización de Cepsa, Carlos Morán, en la última edición del Informe Infoempleo– pero a nivel mundial existe un déficit de este tipo de profesionales”.