Entre el material que hay que llevar a una entrevista de trabajo no podemos olvidar incluir una carta de recomendación de anteriores empleadores.

Aunque un despido o la no renovación de un contrato puede ser un hecho desestabilizador emocionalmente, hay que procurar mantener la cabeza fría y pensar en lo que necesitarás rescatar como positivo de esa experiencia y que sirva documentalmente en un proceso de selección posterior. Hay que tener en cuenta que se es un profesional con una determinada trayectoria y que tienes capacidad de ofrecer tus servicios en cualquier empresa que esté dispuesta a pagártela.

Mejor con carta de recomendación que sin ella

Se trata de un documento que aportará un valor significativo a tu candidatura. El simple hecho de incorporarla producirá en la persona que te entrevista la impresión de que hay un interés en colaborar y fortalecer el perfil profesional, esto será una cuestión que jugará en tu favor. Venir recomendado es una forma de hacer ver que otras personas han confiado en ti. Aporta un valor inestimable: la confianza que da el criterio de otro profesional.

Frente a otros candidatos, la carta de recomendación supone un plus, ya que la labor en la anterior empresa es validada por tu anterior jefe. Ya no es solo tu palabra, sino que traes a consideración la opinión de alguien para el que has trabajado. Para Celia Hil, experta en inserción laboral, tener una carta de recomendación “siempre es un valor añadido que ayuda a ganar confianza ante un reclutador en un proceso de selección y puede representar un valor diferencial respecto al resto de candidaturas”.

Redactar carta de recomendación

¿Qué poner en el escrito?

El contenido de la carta es donde hay que distinguirse. “Es preferible que sea escrita por un superior y que la redacte indicando competencias concretas para no caer en la típica carta genérica e impersonal que todo el mundo encuentra en Internet”, aconseja Celia Hil.

Otra posibilidad es que redactes tu propia carta de recomendación. Eso facilitará el trabajo a quien tenga que firmártela. La persona que debe hacerlo será tu responsable directo y lo ideal sería que fuera firmada también por algún directivo de tu anterior empresa para que sea un documento realmente valioso. Procura solicitarla a alguien responsable que sabes que hablará bien de ti y no escatimará en elogios.

Cuándo y cómo son cuestiones que hay que tener en cuenta y saber manejar, la especialista en recursos humanos y redes sociales nos cuenta: “Recomiendo hacerlo vía mail mejor que oralmente y poco después de que se haya acordado el cese de nuestras funciones en la organización, mientras se están tramitando los papeles por parte del departamento de recursos humanos y no cuando ya llevemos tiempo fuera de la empresa”.

El brillo de una carta de recomendación

Pide que se haga especial hincapié en tus cualidades como trabajador, no tanto en tus conocimientos, que ya se describen en el CV y que tú encargarás de defender o mejorar y aprender. Expresiones como “persona responsable y proactiva”, “buen compañero”, “puntual y comprometido con su trabajo” pueden ser frases que hagan brillar una carta de recomendación.

Una actitud que ayude a establecer empatía con tu nueva situación va a ser determinante para que la carta sea realmente provechosa. Por ejemplo, sin desvelar muchos detalles, facilita algo de información sobre el destino de la recomendación ayudará a que la persona que se encargará de avalar parte de tu trayectoria se sienta un poco cómplice de la buena marcha de tu nuevo destino y se implique favorablemente en el escrito, que es de lo que se trata. Sin agobiar,  pero no dejes que se dilate en el tiempo si ves que no recibes la carta en un tiempo prudencial.