Las estadísticas demuestran que no suele ser buena idea aceptar una contraoferta. Varios estudios indican que, en la gran mayoría de casos, la persona a la que se le ha hecho la contraoferta deja de trabajar en la compañía en menos de un año. O bien se marcha o bien la reemplazan. Te contamos más detalles sobre las razones de esta situación y qué debes tener en cuenta si decides rechazar la contraoferta.

Por qué aceptar la contraoferta no suele ser buena idea

No sucede en todos los casos, en ocasiones sí es buena idea aceptar una contraoferta, pero son mucho más contadas. Entre las estadísticas que se suelen citar, está la del National Business Employment Weekly, que indica que 4 de cada 5 personas que aceptan una contraoferta abandonan la empresa en menos de un año.

Uno de los principales motivos es que se rompe la confianza entre la empresa y quien ha decidido buscar una oportunidad fuera de ella. Desde el primer momento que lo comuniques, van a empezar a buscar un reemplazo, por si acaso decides irte. Y en muchas ocasiones las oportunidades de crecimiento quedan sepultadas. No se suele confiar para un puesto de mayor responsabilidad en alguien que ya ha manifestado su deseo de salir de la empresa.

Dar el paso de comunicar tu baja es una decisión difícil y muy meditada. Al menos así lo verán tus superiores. No se dice “me voy a trabajar a otra compañía” solo por lanzar un órdago en caliente. Cambiarte significa una determinación menos inmediata, pues has tenido que entrar en conversaciones o negociaciones con la otra empresa y eso implica que han pasado al menos unos días.

Es muy posible que haya razones de peso más allá de un incremento salarial. Y esas razones probablemente continuarán estando ahí. En caso de que aceptaras, puede que al poco tiempo sintieras de nuevo la necesidad de cambiarte.

¿Debo aceptar una contraoferta?

Si decides rechazar la contraoferta

Si te preocupa cómo rechazar una contraoferta, no hay una forma idónea de hacerlo, pero mencionar que no tenías contemplado aceptarla y que tu decisión ya está tomada puede ser una manera asertiva de contestar. Es importante que no te dejes llevar por el momento, por la insistencia de la compañía. En muchas ocasiones se trata solo de una maniobra para ganar tiempo y buscar una solución mientras se cierran proyectos o tareas pendientes. Lo que parece una ventaja en forma de subida salarial, mejora de condiciones o aumento de responsabilidades puede ser un caramelo envenenado.

Los principales trámites que debes tener en cuenta son los siguientes:

Y un aspecto que conviene revisar cuando ya estés en la otra compañía es la fecha de alta en la Seguridad Social. Debe ser la misma que tu primer día de trabajo en la nueva empresa.