Las ofertas de empleo falsas siempre han existido, pero con la llegada de la crisis se multiplicaron. Elevadas cifras de paro han sido el caldo de cultivo ideal para que crezcan formas alternativas de conseguir dinero. Prometen altas ganancias y un horario flexible, desde casa por lo general. A todo el mundo le parece increíble, pero juegan con la desesperación por recibir algún ingreso o por incorporarse por fin al mercado laboral.

Cómo llaman tu atención

Muchas de las ofertas de trabajo falsas se mueven por Internet. Hay distintas formas de ponerse en contacto contigo:

  • Mediante correos fraudulentos. Son las campañas tipo phishing. Te llega un mensaje de un remitente desconocido con algún tema en el asunto que sirve como reclamo: «Ingresos extra sin moverse de casa» o «Se requiere representante comercial».
  • A través de tus contactos en RRSS. Ese contacto de LinkedIn que no tiene una ocupación muy definida y que te escribe un mensaje haciéndote la oferta. O esa cuenta de Twitter que sigue y a la que le siguen varios K, que no tiene nada en común contigo, y que aún así establece un contacto directo con algo interesante que proponerte.
  • Publicando ofertas falsas en páginas web o en anuncios. Cuando te aparece una ventanita con un anuncio parpadeante y un mensaje muy clicable como «Si quieres descubrir cómo ganar más dinero, pincha aquí». También hay portales de empleo en los que se cuelan algunas ofertas fraudulentas, a pesar de la labor de auditoría y calidad que se realiza desde los propios sitios web.

En qué consiste la oferta

Cuando accedes al contenido de la oferta, una cosa llama la atención: la información que te proporcionan es muy vaga pero la información que solicitan de ti es muy concreta.

Los hay que requieren tu nombre, tu correo electrónico y tu teléfono. Ellos, y no tú, sí que obtendrán un ingreso extra si se los facilitas, el que les paguen cuando los vendan para completar bases de datos. Otros van más allá y te piden un número de cuenta o que llames a un teléfono con tarificación especial. La justificación para animarte a hacerlo puede ser desde que te inscribas en un proceso de selección hasta que consigas directamente el puesto solo por llamar o por hacer determinada gestión que implica un desembolso económico por tu parte.

En cuanto a la oferta que te proponen, casi todas tienen una cosa en común: la remuneración es muy superior a cualquier tipo de empleo al que tienes acceso y los horarios son tremendamente flexibles.

Tres consejos…

  • No cliques en ningún enlace que te llegue desde un mensaje sospechoso y no te descargues ningún archivo adjunto, puede ser un virus que recoja información privada o que aproveche los recursos de tu ordenador o dispositivo.
  • No des datos como una cuenta bancaria, el número de tarjeta de crédito o tu número de la Seguridad Social. Puede que no lo dieses nunca como contestación a un correo, pero también hay entrevistas fraudulentas en las que se te pide este tipo de información. Por lo general, en estas situaciones llegas con la guardia baja y pueden llegar ser muy persuasivos en persona.
  • Nunca adelantes dinero, no hay motivo para hacerlo cuando estás solicitando un empleo.

…y tres ofertas típicamente fraudulentas

  • Estructura piramidal. Te proponen que compres un lote de productos y los revendas a los clientes que tú mismo te encargues de buscar.
  • Transferencias bancarias. Recibes una comisión por aceptar una transferencia y reingresarla en otra cuenta. Cuidado porque estás ayudando a blanquear dinero y puede tener consecuencias legales.
  • Trabajo en el extranjero. Te piden una cantidad de dinero en concepto de trámites y gestión por asegurarte el acceso a un empleo que, en caso de existir, dista mucho de las condiciones que te están vendiendo.