Si tienes un montón de trucos y atajos de teclado apuntados en mil notitas que vete tú a saber dónde has guardado, es que no conoces las cheat sheet. Son hojas de trucos –lo que conocemos generalmente por chuletas– con todo lo que necesitas saber sobre un tema. Lo mejor es que te las puedes encontrar ya hechas. En Internet hay miles. También puedes aprender a confeccionar tu propia cheat sheet y convertir esta hojita en una poderosa herramienta que consultes a diario.

En España llevar una chuleta al examen siempre se ha considerado una práctica de mal estudiante. En países como EE. UU., los estudiantes deben confeccionar una buena cheat sheet para emplearla como herramienta a la hora hacer bien las pruebas.

No es extraño que una utilidad que funciona bien en el ámbito de los estudios pase al contexto laboral. Su función es agilizar nuestras tareas. La filosofía de la chuleta trasciende las aulas y se instala como utilidad para múltiples aspectos de la vida. Los desarrolladores, por ejemplo, las emplean en su trabajo a diario.

Todo lo que tiene una buena cheat sheet

La característica principal es que se componga de notas cortas. Pueden ser pasos, fórmulas, atajos de teclado, funciones, referencias… Depende del tema. Por ejemplo, una buena cheat sheet de Word tendrá atajos de teclado útiles para las funciones que más se emplean y consejos cortos sobre pasos para llevar a cabo una funcionalidad. Este es un buen ejemplo.

Lo más práctico es agrupar las notas por conocimientos y que estén dispuestas en cajas de contenidos. Es la manera más sencilla de encontrarlos si la página está muy llena. Las zonas quedan bien distinguidas por colores o por recuadros delimitados. Puede incluir algún gráfico o imagen que sean muy prácticos, como un pantallazo de un menú.

Por lo general, las cheat sheets son documentos de una o dos páginas que aprovechan los márgenes hasta el borde, pero nada impide que consultes una chuleta pequeña, como esta, que resume los tamaños de imagen que se pueden emplear en las principales redes sociales.

Como en todo, siempre hay gente que lleva más allá los límites de un concepto. Hay chuletas tan sofisticadas que incluyen interactividad, como esta, ideal para desarrolladores web. Resume los efectos animados que se pueden crear con CSS3.

Si decides hacer tu propia cheat sheet, cuando tengas todo reunido, observa qué temas ocupan más espacio y decide si se puede condensar alguno de ellos. Enséñala a tus compañeros o a quien sepa apreciar la herramienta que has creado. Te pueden dar ideas sobre cómo completarla o reducirla. Hay aplicaciones que te pueden el trabajo, como Cheatography o Cribr.

Y ya que te has pasado tanto tiempo haciéndola, sácale partido y utilízala como reclamo en tus redes sociales o en tu blog. ¡Seguro que le resulta muy práctica a más gente!