Con la llegada de los meses de verano, muchas empresas ofrecen la jornada intensiva a sus trabajadores. Sus razones para concentrar el trabajo en horario de mañana son muy variadas: en algunos sectores se produce una bajada importante del volumen de trabajo durante los meses estivales, y en otros como la construcción, las altas temperaturas hacen que sea mucho más difícil desempeñar determinados trabajos.

Aunque todavía son muchas las empresas que se muestran reticentes a aplicarla, la jornada intensiva se extiende y cada vez hay más trabajadores que pueden beneficiarse de ella. Pero ¿En qué consiste exactamente? ¿Merece la pena? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Solo se puede tener jornada intensiva en verano? ¿Todo el mundo tiene derecho a pedirla? Te damos respuesta a todas tus dudas sobre esta modalidad de jornada laboral.

¿Qué es la jornada intensiva?

La jornada continua, o también llamada jornada intensiva, es la jornada de trabajo diario que se lleva a cabo sin ninguna pausa ni interrupción para comer. Es decir, que hay que realizarla de tirón (exceptuando los 15 minutos de descanso que son obligatorios por Ley cuando se trabaja más de seis horas seguidas).

¿Cómo se regula?

Aunque las jornadas de trabajo están reguladas en el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores. No se hace una mención específica a la jornada intensiva de verano.

Es en los respectivos convenios colectivos donde se concreta los meses de aplicación y sus particularidades. En el caso de que no haya convenio o que no se regule en este, cada empresa puede decidir voluntariamente si realizar horario intensivo o no en verano y durante cuánto tiempo. 

¿Hay derecho a descansar durante el horario intensivo?

El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 34.4, recoge que la jornada continua que exceda de seis horas debe tener al menos una pausa de 15 minutos (la empresa puede conceder permisos de descanso más largos). Dicha pausa, salvo que el convenio indique otra cosa, no está remunerada y no tiene la consideración de trabajo efectivo.

En el caso de que la empresa haya decidido considerar dicha pausa retribuida y como trabajo efectivo, luego no podrá, salvo que realice una modificación sustancial de las condiciones de trabajo y tenga una causa para ello, eliminarla de forma unilateral o considerar que esos 15 minutos no se van a retribuir.

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¿Solo se puede hacer jornada continua en verano?

En ocasiones, la jornada intensiva se puede extender también durante el año, pero es únicamente un día a la semana, por ejemplo los viernes. Es decir, de lunes a jueves se trabaja un poco más de las ocho horas reglamentarias, y los viernes solo por las mañanas. Al final de la semana se trabajan las 40 horas que marca la ley. Este es un ejemplo de una distribución irregular de la jornada, pero hay más opciones. 

¿Cuántos meses suele durar la jornada intensiva?

En el caso de que no lo marque el convenio laboral, es la empresa la que decide libremente si aplica o no la jornada intensiva en verano. También es la empresa la que marca durante cuánto tiempo se va a extender, y las fechas en las que comienza y termina la jornada intensiva.

Lo normal es que sea durante los meses de verano: julio y agosto. Pero algunas empresas establecen que sea desde 1 de junio al 30 de septiembre, otras de 15 de junio al 15 de septiembre, otras solo los meses de julio y agosto, otras solo agosto, etc.

¿Cuántas horas se trabaja?

Lo más habitual es que la jornada intensiva conste de seis horas de trabajo. Muchas empresas compensan las dos horas de menos que se trabaja cada día en verano, alargando un poco la jornada más allá de las ocho horas diarias el resto del año.

La regulación de la jornada laboral viene determinada por el número de horas, en cómputo anual, que hay que trabajar. Por eso, no importa que en verano se hagan menos horas, siempre y cuando en el recuento anual se ajuste a lo estipulado. Desde el 13 de mayo de 2019 es obligatorio que las empresas registren las horas que trabajan sus empleados. El incumplimiento del registro de jornada laboral de la plantilla puede conllevar sanciones de hasta 6.250 euros. 

¿Puedo solicitar la jornada intensiva si no la tengo?

Para saber si tienes derecho a jornada intensiva en tu empresa, tienes que averiguar si este derecho se recoge en el convenio colectivo que te corresponde, en alguna normativa de la empresa o en tu propio contrato de trabajo. En determinados casos, este derecho se puede reclamar si puedes probar que los has venido disfrutando habitualmente años anteriores y de repente la empresa deja de reconocértelo. 

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¿Y qué pasa si ya tengo jornada reducida?

La jornada reducida pierde un poco su razón de ser durante la jornada intensiva de verano, porque todos los empleados pueden salir antes del trabajo. Por eso, aquellos que disfrutan de jornada reducida por cuidado de un familiar pueden eliminar esta reducción durante los meses de verano, siempre y cuando la jornada intensiva se realice por la mañana.

Si es tu caso y quieres renunciar temporalmente a la jornada reducida, debes avisar a la empresa con una antelación mínima de 15 días. Si quieres volver a disfrutar de ella, al finalizar el horario de verano debes solicitar de nuevo la reducción con el mismo plazo de antelación.

¿Qué ventajas aporta la jornada intensiva?

Entre las ventajas que te puede aportar trabajar solo por las mañanas estas serían las más destacadas:

>Ayuda a conciliar la vida personal y laboral. Al tener las tardes libres puedes hacer planes con la familia, pasar más tiempo con los niños al coincidir con la época de vacaciones escolares, con tu pareja o con personas mayores a tu cargo.

>Mejora el descanso. Tienes tiempo para desconectar de las preocupaciones laborales, dedicar las tardes a ocio, a formación o a lo que quieras. Llegar a casa antes también hará que sufras un menor desgaste físico y psíquico.

>Eres más productivo. Las jornadas maratonianas dificultan la concentración. Está comprobado que reducir la jornada disminuye las distracciones, impulsa a gestionar mejor el tiempo y concentrarse mejor en las tareas a realizar.

¿Y cuáles son las desventajas? ¿Merece la pena?

Como en otros aspectos laborales, no todo es positivo. La jornada intensiva también puede tener ciertas desventajas que se deben tener en cuenta:

>Estrés por una mala planificación del horario. En algunas ocasiones la jornada intensiva supone mantener la misma carga de trabajo en un horario más restringido. Esto puede llevar a que te veas con una gran carga de trabajo para hacer en menos tiempo, lo que puede provocarte más estrés.

>No es aplicable a todos los sectores. En negocios como los de atención al público o los comercios es difícil conseguir tener una jornada intensiva, porque deben cumplir con un horario más extenso para responder a las exigencias de los clientes.

>Incompatibilidad de horarios con proveedores o clientes. Si trabajas con otras empresas, proveedores o clientes que no tienen jornada intensiva puede ser un problema a la hora de comunicarte y coordinar el trabajo con ellos. En estas situaciones, aplicar el horario intensivo puede provocar que tengas que seguir trabajando fuera del horario y termines realizando horas extras.